Mauro Meyer / De la Redacción de UNO
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“La libertad de expresión no existe”. Esto me lo dijeron una vez y la verdad que la frase no estaba tan lejos de la realidad. Con el paso del tiempo entendí esa expresión y supe que en los medios de comunicación se toman diferentes posturas, para un lado o para el otro, pero nunca se está en el medio. Con el cambio de gobierno, era lógico ver ciertos cambios en algunos medios llamados oficialistas. Primero fue Víctor Hugo Morales en Radio Continental, después lo del grupo de periodistas en Radio Nacional. Precisamente, ayer, el grupo de trabajadores de prensa cesanteados se presentó en la radio para pedir su reincorporación. La respuesta de la nueva directora del medio Ana Gerschenson fue que “no encontró contratos firmados” de los comunicadores que fueron a hacer el reclamo.
Sin dudas que nadie se puede poner contento porque alguien se quede sin trabajo, pero en este caso las reglas del juego siempre estuvieron claras. Si el ganador de las elecciones nacionales hubiese sido Daniel Scioli, estos periodistas hubiesen mantenido su lugar en Radio Nacional. Al ganar Mauricio Macri es lógico que se produzcan “cambios”. Entre los periodistas que fueron cesanteados están Cynthia García, Carlos Barragán, Mariana Moyano y Nora Veiras, muchos de ellos protagonistas del programa 678, trabajadores de prensa militantes y que también sabían lo que se venía. Del otro lado, la impresentable respuesta de Gerschenson al hablar con uno de ellos: “Te revisamos el Twitter”. Tampoco me gustan los que se rasgan las vestiduras al hablar de “persecución ideológica”. Me causa gracia escuchar esto, porque nadie dijo nada cuando Héctor Larrea fue echado de la misma Radio Nacional en el gobierno kirchnerista.
Ante esto, es bueno pararse en el medio, observar y escuchar todas las campanas para después sacar conclusiones. Los extremos nunca fueron buenos. La soberbia tampoco. Hay periodistas que hablan de libertad de expresión y están lejos de tener un mínimo de objetividad para informar sobre lo que pasa en nuestro país. Tiran agua para su molino. Siempre fue igual. Por eso digo que las reglas siempre estuvieron claras para todos.
Las reglas de juego siempre estuvieron claras
3 de febrero 2016 · 06:15hs