Carlos Damonte/ Jefe de Redacción de UNO
Evo se metió a los paranaenses en el bolsillo
Cómodo, el presidente boliviano transitó las calles de Paraná, habló con algunos vecinos, se entrevistó con obreros de la construcción, escuchó a sus connacionales que residen en la ciudad, jugó al fútbol y recibió una distinción universitaria. Todo eso hizo Evo Morales en un puñado de horas.
Llegó a la ciudad un día antes que sus colegas de la región y lo destinó a palpar la realidad local mientras se interesaba por saber cómo es la situación de los bolivianos que Entre Ríos adoptó. En ese corto período intentó meterse en el corazón a los paranaenses. Mostró que es un jefe de Estado interesado en poner las cosas en contexto. Quiso saber más de la ciudad que lo recibía; un sello que por ahora lo diferencia del resto de sus colegas.
En su entorno se arma y desarma a cada minuto el cerrojo montado para preservar su integridad, porque al fin y al cabo es un mandatario de los que más milita contra “el imperio”, como gusta definir a las naciones centrales del globo. La labor de sus custodios, a la sazón también compañeros de equipo de fútbol, consiste en cuidarlo pero dejándolo andar en paz. Nada fácil la función para preservar a un hombre que se quedó charlando con quien quisiera oírlo. Parecía un candidato en campaña antes que un presidente en una cumbre internacional.
Con ese peso, o a pesar de él, se crean las condiciones para embeberse de las sensaciones populares. Hasta cuentan que ayer le dio una gran recorrida a la ciudad, con la ambición, seguramente, de conocer los contornos de Paraná; de ir más allá de la zona Parque en la que se montó el escenario de esta histórica reunión de mandatarios sudamericanos.
La naturalidad que mostró para conectarse con la gente de a pie combina con su apego por el fútbol. Habla el lenguaje que interpreta la mayoría y lo hace bastante bien. A los 55 años Morales pisa y mueve el bolo con destreza; va a fondo. La misma actitud tiene para declarar: “Es una enorme alegría compartir con el pueblo, ver a los hermanos y saludarnos. Por eso estoy contento, muy agradecido por el cariño y el aprecio de las personas que viven en Paraná”.
Las redes sociales esta vez fueron caja de resonancia para celebrar la visita del boliviano, antes que denostarlo como es habitual entre los que utilizan la web amparados en la comodidad de la distancia: “De diez este presidente”, sentenció Susana, y Beatriz remató al opinar que “es un gran hombre que sacó a su país adelante. Felicitaciones”. La sucesión de expresiones similares resultaron el denominador común en los sitios de este diario. Una novedad tratándose de un dirigente político. Es que Morales llegó y salió a la calle. Nada menos.















