Carlos Damonte / Jefe de Redacción de UNO
El transporte en su momento clave
¿Será esta la ocasión en que se tomará en serio el problema del transporte público de pasajeros en Paraná? El caso es que una vez más empresarios, sindicalistas y autoridades de la comuna inflan el pecho para pedir mejoras en la calidad del servicio y de sus hacedores -trabajadores, ejecutivos y también usuarios. En anteriores situaciones todo terminó en un aumento del boleto y no mucho más, como el ajuste puntual de alguna rutina de paso, la compra de un puñado de unidades que para las concesionarias representa una gran inversión pero que a todas luces es insuficiente de cara al déficit general.
Ahora está claro que el incremento del valor del boleto es inminente (lo reconocen en la primera línea de la conducción municipal) pero también dejan saber que diagraman una estrategia para ofrecer calidad de transporte a los paranaenses. Al menos tal cosa se entiende de las declaración que anoche realizó a UNO el secretario de Planificación, Infraestructura y Servicios, Guillermo Federik. Dijo que en abril del año próximo habrá terminado el proyecto que llamó de modificación integral de movilidad urbana y declaró que entonces “habrá caducado de oficio (la concesión a los actuales empresarios que operan el transporte) ya que la prestación se modificará radicalmente”. Y tras cartón remató al precisar que su propuesta, en síntesis, es llamar a una nueva licitación “de concesiones más abiertas, sectorizado y competitivo”. De ese modo dejó en claro que saldrán en busca de nuevos inversores.
Abonar el círculo vicioso que representa echar culpas a colectiveros mal entretenidos cuando la verdad es que la mayoría cumple dignamente con su labor no tiene el menor sentido si el propósito es aportar a una mejora del servicio. Tampoco culpar a los pasajeros que ensucian y hasta destruyen los colectivos cuando todos saben que tales contravenciones se solucionan con educación y algo de prevención policial. Aquí se trata de mantener los precios bajos, acorde al ingreso medio de los conciudadanos, incrementar en gran modo la frecuencia de paso y claro está sacando del medio a las unidades que dan pena por su estado de conservación y, finalmente a la competencia desleal que representan los remises sin habilitación que circulan con relativa comodidad por las calles de la ciudad.













