En la escuela técnica N° 2 Almirante Brown de Paraná no saben cómo sobrellevar este momento: recordar a Lidia Milessi y juntarse a lagrimear parece ser la única forma de afrontar el dolor. Ayer por la mañana se izó la Bandera a media asta, el rector dijo unas palabras y a las aulas. El sábado se cumplirán dos años de la muerte de María Lidia Gorosito, otra docente de la institución víctima de femicidio. En la pared de un pasillo, al lado de un aula y de unas oficinas, hay una placa que la recuerda. Las compañeras de las docentes asesinadas están devastadas: "No sé cómo afrontar esto como madre ni como docente, nada, una no está preparada para esto", dijo a UNO Fernanda Santana.
Una escuela de luto, golpeada por dos femicidios de docentes
Lidia Milessi, asesinada por su exesposo Orlando Ojeda el sábado, y Lidia Gorosito, víctima de su pareja Hugo Lerch en 2014, daban clases en la ENET N° 2. Compañeras suyas relataron el doloroso momento que transitan en la institución
9 de noviembre 2016 · 06:00hs
Encima ayer, en estas condiciones de tristeza y desánimo, a menos de 24 horas de haber despedido los restos de Lidia en el cementerio municipal, por directiva del Consejo General de Educación debían realizar una jornada de concientización sobre no violencia. La misma no se postergó y a algunas docentes solo les salieron algunas pocas palabras entre muchas lágrimas. ¿Cómo hablar de no violencia cuando todavía brota la bronca y el rencor? Los alumnos tenían que escribir una frase del tema y a los más cercanos a Lidia les temblaban las manos cuando tenían que apoyar la birome en el papel. "Lo único que me salió fue decirles respeten y que se hagan respetar, y después llorar, no me sentía capacitada. Y al no ser la primera que le pasa esto... ya lo vivimos con María Lidia", dijo Carolina Zárate, docente y vicerrectora de la escuela.
El femicidio de Gorosito, recuerdan, fue el trágico final de una historia violenta, porque el marido, Hugo Lerch (quien se suicidó después de matarla) era agresivo. En el caso de Milessi todavía no comprenden qué pasó: "No lo esperábamos porque hace siete años que estaba divorciada y no tenía trato con el hombre. El hijo mayor se cambió el apellido y se puso el de ella, eso te dice todo. El primer día que se fue de la casa nunca más volvió, no tuvo interés en ver a sus hijos", dice Carolina. Fernanda cuenta que el viernes, previo al trágico sábado, estuvo en un cumpleaños con Lidia y la vio muy bien. "Siempre vivió por sus hijos, iba y venía como una hormiga atómica con ellos. Comprometida con el trabajo, si necesitabas algo ella te ayudaba, una buena mina, una buena madre", destaca, y su compañera agrega: "Laburaba un montón, pero se hacía su tiempo para llevar a los chicos a hacer sus actividades".
Fernanda participó del mural que se pintó en calle Belgrano, que recuerda a las víctimas de femicidios en Entre Ríos. El 25 de noviembre se prevé una actividad donde sumarán los nombres de su compañera y de Romina Ibarra, la policía asesinada unos minutos antes también por Orlando Ojeda.
Finalmente, ayer los alumnos sorprendieron con los trabajos realizados en la jornada y expusieron afiches donde plasmaron la consigna y el deseo de "no más violencia".
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Declara hoy una vecina de la segunda víctima
Luego de las entrevistas que mantuvieron los fiscales que investigan el doble femicidio, Juan Francisco Ramírez Montrull y María Eugenia Smith, con testigos en los lugares de los hechos, se avanzará hoy con la declaración en la Fiscalía de una vecina de Lidia Milessi. Esta mujer habría observado a Ojeda ingresar a la vivienda de calle Medus y Antelo, del barrio Los Gobernadores, escuchó el disparo y luego lo vio huir en la moto.
Esa declaración se sumará a los demás testigos clave, como Guillermo Suárez, baleado por Ojeda cuando salía de matar a Romina Ibarra, en el barrio Mosconi. El joven que también es víctima en la causa, fue asistido en el hospital San Martín y tras ser dado de alta enseguida, regresó al lugar del hecho e incriminó al asesino.
Con pruebas tan contundentes y un caso esclarecido casi en el acto, podrían no ser necesarias las declaraciones de los cinco hijos de las víctimas, ya que no serían determinantes y las testimoniales resultarían traumáticas. Salvo que ellos expresen lo contrario o la necesidad de ir a declarar.
Ayer se consultó a la defensa si Ojeda se someterá a la pericia psicológica, a lo que no habría oposición, por lo que se realizará en poco tiempo. Asimismo se fijó fecha para realizar las pericias de Criminalística, y se está a la espera de los informes de las comisarías para ver si se confirma o no lo que ya se adelantó acerca de la inexistencia de denuncias o exposiciones contra Ojeda. También en esta semana se agregarán los informes autópsicos, y el del 911, sobre llamadas y videovigilancia. A su vez, enviaron a peritar celulares secuestrados.