El arado multicorte que sirve para la agricultura familiar agroecológica fue presentado hace unos días en Concordia por la Cooperativa Icecoop que tiene sedes en Buenos Aires y Montevideo, Uruguay.
En las jornadas, José Pablo Sabatino, uno de los integrantes de la cooperativa, insistió con que la agricultura familiar agroecológica “necesita y construye otra economía y para ello también requiere del desarrollo de tecnologías y maquinarias que se adecuen a sus particularidades específicas, sustentable, inclusiva y que produzca un diálogo de saberes entre los actores sociales que participan en la producción”.
El encuentro denominado Tecnologías de labranza, siembra y cosecha para la agricultura familiar fue organizado por la Mesa de Gestión Local para la Economía Social y Solidaria de Concordia (Megless) y contó con la presencia de más de 100 personas entre productores y estudiantes de la escuela agrotécnica San Martín, de la UTN, técnicos y muchas personas preocupadas por la salud del ambiente.
Las jornadas se iniciaron en la sede de la Cooperativa Agropecuaria, Apícola y Granjera el Colmenar, donde se probó el arado Multicorte. La presentación oficial se realizó al otro día en las actividades que se desarrollaron en la sede de INTA Concordia.
El disertante en la muestra fue el ingeniero agrónomo Carlos Ronzoni, integrante de Icecoop, que preguntó: “¿Por qué creen que durante tanto tiempo la humanidad volteó el suelo?” A lo que se respondió: “Fundamentalmente por un desconocimiento absoluto de cómo se forman los suelos, sin ello no podría existir vegetación”.
En ese sentido, la máquina que se presentó busca mejorar los suelos, minimizar los costos y a su vez, aumentar los rindes. Es un sistema de labranza de corte vertical y horizontal que permite realizar labores primarias y “culturales” mejorando el suelo.
Esta maquinaria comenzó a diseñarse por algunos de los integrantes de la cooperativa hace 10 años en Cuba. Allí se comprobó que lograba “no erosionar el suelo”, uno de los problemas fundamentales que atraviesa la agricultura, además de que permite trabajar la tierra sin la utilización de químicos. Ronzoni explicó su visión sobre el uso masivo de herbicidas y pidió “hacer siembra directa para dejar de usarlos”.
Sabatino relató la forma de trabajo que tiene Icecoop y resaltó la Agroecología (AE) desde diversos puntos.
Como empresa aporta a la AE en la práctica productiva, a través de un sistema de labranza social técnicamente adecuado. Como cooperativa contribuye al movimiento social de la Agroecología con “un enfoque emancipador que fortalece actores sociales y territorios”. Además colabora con la AE como disciplina científica y aporta desde la investigación. En ese sentido, participa y coopera con la Red de Labranzas Agroecológicas (Redla). Un espacio virtual y presencial de intercambio para que usuarios, técnicos, investigadores y desarrolladores compartan sus conocimientos y experiencias. Por estos días la red se está gestando en la provincia.
Además de la tecnología multicorte, la empresa Powel ingeniería exhibió una sembradora manual que tiene posibilidades de adaptación para abarcar distintos tipos de semillas y Osvaldo Pilatti, de INTA Rafaela, presentó una cosechadora de arrastre de trigo adaptable a otros cultivos que se llevó a cabo a través de un convenio entre INTA y el Instituto de Tecnología Industrial (INTI). La construcción de este prototipo, denominado La Reconquista, demandó cuatro años de trabajo conjunto entre diversos técnicos de los organismos y fue fabricada por cuatro grupos de empresas del norte, centro y sur argentino.
Las tecnologías, que fueron probadas al concluir las disertaciones, invitaron a dialogar sobre diversos aspectos en torno del modelo productivo. Alexis Lamberts, de la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (Cafesg), aclaró a los participantes que todo lo que se había consumido durante el día había sido comprado a microemprendedores locales, con lo cual instó a la importancia que tiene la generación de un consumo responsable como parte fundante de una producción sustentable. Elías García, técnico de la Secretaría de Agricultura Familiar, explicó la importancia de la participación de los jóvenes en el campo, mientras que Ricardo Giménez, de la Cooperativa El Colmenar, hizo hincapié en la búsqueda que realizan con Icecoop para mejorar la producción agroecológica y lanzó la invitación para ver en unos días el resultado del tratamiento que se le hizo al suelo en el inicio de las jornadas. Representando al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Andrés Jorge expuso algunos de los aspectos que motivaron el encuentro: “Estuvimos trabajando en función de distintas herramientas vinculadas al trabajo de la agricultura familiar, diseñadas por cooperativas y empresas nacionales en un marco vinculado a la producción agroecológica”. Resaltó que los desarrollos parten de demandas de la AF y que por falta de disponibilidad en el mercado son las cooperativas junto al Estado quienes facilitan su realización. “Vemos que hay un segmento que no es desarrollado por el mercado por la sencilla razón de que no son los nichos de rentabilidad más fuertes para una estrategia comercial empresarial y en ese sentido es donde vemos la importancia del trabajo y la articulación estatal en función de promover el desarrollo de tecnologías y maquinarias para este estrato de producción y facilitar las posibilidades de acceso a través de grupos y cooperativas a este tipo de herramientas”, especificó.
Un proyecto como el que pretende la agroecología necesita otra tecnología, como la que imperó durante el encuentro: “De alguna manera está instalada una lógica cultural, donde los bienes se utilizan de manera individual y surgía la pregunta de cómo hace el agricultor familiar para acceder a las tecnologías. En ese sentido, esto surge de experiencias concretas que tienen que ver con el uso conjunto a través de organizaciones, que establecen pautas y criterios de utilización, y compartan las herramientas. Más aún porque no es necesario que cada uno individualmente tenga este tipo de herramientas en su predio”, concluyó Jorge del INTI.
Los organismos que acompañan el desafío
La Cooperativa de trabajo Icecoop se formó en 2007 como una empresa de trabajadores autogestionados integrada por técnicos y profesionales de distintas disciplinas que producen bienes y servicios en las áreas de tecnología, comercialización y cooperación técnica.
“Con sus productos y servicios busca generar innovaciones en la economía real que contribuyan a una mejor calidad de vida y a establecer nuevas y más justas relaciones sociales”, explicaron en el blog que administran.
En torno de este eje desarrolla tres líneas de trabajo: Multicorte, Comercio Solidario y el Centro de Apoyo a la Economía Popular (CAEP).
Su sede está en Arcamendia 756, del barrio de Barracas, en la comuna 4 de la ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Con el Circuito Cultural Barracas realiza el primer domingo de cada mes por la tarde actividades en el antiguo emplazamiento de la Feria de Iriarte (Iriarte y Vieytes).
Respaldo
La Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinarias para la Agricultura Familiar está integrada por micro y pequeñas empresas de todo el país que desarrollan herramientas y maquinarias para el sector. En la actualidad su sede está en la provincia para buscar conseguir más respaldo para los productores.
El presidente, Marcos Follonier, participó de las jornadas en la ciudad de Concordia en donde disertó sobre los objetivos, funciones y el surgimiento de la Cámara que acompaña el desarrollo de la agricultura familiar en Latinoamérica.
Presentaron las máquinas que potenciarán la agroecología
Una cooperativa mostró cómo trabaja el arado multicorte que minimiza la erosión del suelo.
29 de agosto 2015 · 09:04hs