El último primer día de clases se convirtió, desde 2012, en una instancia de festejo estudiantil en donde además de la alegría por compartir el momento, hubo hechos que evidenciaron alcoholismo. En 2016, al menos tres jóvenes ingresaron al San Martín en coma y con heridas por grescas callejeras. Frente a esto y ante un nuevo comienzo del ciclo lectivo, la Defensoría del Pueblo mantuvo un encuentro con la Municipalidad de Paraná.
Preocupa el alcoholismo juvenil en el último primer día de clases
Desde 2012, estudiantes se reúnen en el Parque Urquiza antes de entrar a la escuela en su jornada inicial. En 2016, al San Martín ingresaron jóvenes en coma por excesos y violencia. La Defensoría mantuvo un encuentro con la comuna
25 de febrero 2017 · 08:47hs
La Defensoría inició en estos días, además, conversaciones con distintos actores de la comunidad. El último primer día de clases es un encuentro que en años anteriores ha incluido el consumo de alcohol y consecuencias preocupantes. Entonces, un grupo de padres y madres solicitó la intervención del organismo con el fin de que el tema, considerado de gran preocupación pues se trata de la ingesta por parte de menores de edad, tenga un lugar en la agenda pública, se debatan y acuerden acciones preventivas fundadas en la información y la concientización. Incluso tienen propuestas para avanzar en ese sentido.
Sin ánimo de interferir en el festejo de los jóvenes, la institución busca resguardar la diversión de los estudiantes, pero sin que el alcohol sea el centro del encuentro. La intención es buscar la participación activa de la comuna, la escuela y los padres con el fin de brindar garantías, preservando la integridad, la salud y los derechos.
En ese camino, informaron que el sector comercial tendría un papel significativo en las conversaciones, en vista de la necesidad de que se cumplan las normas vigentes que prohíben el expendio de bebidas alcohólicas a menores de 18 años.
Este festejo del último primer día del cursado empezó en Paraná hace cinco años y llegó, en 2016, a convocar a cientos de jóvenes de diferentes cursos y escuelas en inmediaciones del Parque Urquiza, oportunidad en la que hubo incidentes y heridos, algunos de gravedad.
Se vio por la ciudad a un grupo de jóvenes con carros de supermercados, una adolescente de 16 años debió ser trasladada al hospital San Martín con un coma alcohólico, otra menor fue detenida en la zona de la bajada del Rowing por provocar desórdenes, hubo tumultos, una gresca entre 20 o 30 menores donde uno sufrió la pérdida de piezas dentarias y otra con el saldo de un muchacho con un corte profundo en el cuero cabelludo producto de un botellazo. En 2014 ya se registraron inconvenientes con estudiantes que quisieron ingresar a las escuelas alcoholizados.
La reunión de la Defensoría fue con la Subsecretaría de la Juventud de la Municipalidad, organismo que se interesó en abordar en forma conjunta el tema. En los próximos días continuarán los contactos con distintos sectores.
Luis Garay, Defensor del Pueblo, contó a UNO: "Lo primero que hay que intentar es que la ciudadanía tome conciencia y visibilice que es un problema concreto que crece". Además, señaló que no es solo un problema del docente que tiene que decidir en la puerta de la escuela si deja entrar o no a un estudiante alcoholizado, sino que también hizo foco en el papel de la familia.
"Estamos a favor de las diversiones y sus derechos de juntarse. Creo también que se pueden hacer estos encuentros sin necesidad de los excesos. En definitiva, quienes asisten tienen entre 16 y 17 años, votan y eligen a un presidente, no son seres ilusos, para nada, pero hay ordenanzas de no vender alcohol a menores y por otro lado se puede beber con moderación", dijo Garay.
El defensor del pueblo agregó que a futuro puede darse que la comuna tome este festejo, como también lo hizo con el Día del Estudiante, donde organiza una actividad que es masiva y no ocurren, por lo general, los excesos como en esta nueva modalidad.