Los cuatro pilares sobre los que se sostenía la imputación contra Juan Larrosa, acusado de asesinar a Pablo Gaspar Padilla el año pasado en Bajada Grande, en Paraná, se desmoronaron como un castillo de arena. Sin embargo, por lo que dijo el Tribunal ayer en el adelanto de sentencia, otro castillo se podrá levantar con pruebas más firmes, pero contra otra persona, que podría llegar a ser uno de los testigos de cargo.
Un hombre estuvo preso durante un año acusado de homicidio y era inocente
En fallo unánime, el Tribunal aseguró estar convencido de que Juan Larrosa no mató a Pablo Gaspar Padilla
30 de agosto 2016 · 07:00hs
En fallo unánime, el tribunal integrado por Elbio Garzón, Pablo Vírgala y José María Chemez, arribó a la certeza de que Larrosa no mató a Padilla la noche del 5 de diciembre de 2015, en calle Procesión Náutica.
Larrosa siempre sostuvo su inocencia. Es más, dijo que lo perseguían por su apellido y por ser hijo de Juan El Diablo, un hombre asesinado en el Volcadero hace ya nueve años. Larrosa rechazó el ofrecimiento de 10 años que le realizó la fiscalía para acogerse al juicio abreviado. Eso le costó que los fiscales le pidieran 16 años de cárcel durante el debate.
Los fiscales Ignacio Aramberry y Gervasio Labriola basaron su acusación en cuatro pilares, que el juez Garzón explicó que eran endebles porque ninguna hipótesis se podía probar. El 8 de setiembre se conocerán los fundamentos del fallo.
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Postura fiscal
Los fiscales sostuvieron que Larrosa tenía varios motivos para matar a Padilla, según la investigación policial. Uno de ellos era por la venta de una escopeta que la víctima no habría terminado de pagar. Esto habría provocado que Larrosa amenazara a Padilla. A estas dos hipótesis, los acusadores sumaron dos argumentos más. .
Uno que el arma utilizada en el crimen fue encontrada en una zona del monte, en un lugar que era frecuentado por el imputado.
El otro punto de la versión acusadora se basó en los testimonios de Mariano Castillo y su pareja Irma Nierez, que son los habitantes de la casa donde cayó muerto Padilla. Lo ubican (a Larrosa) en el momento del hecho.
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Fallo unánime
Garzón fue el encargado de explicar el fallo. Sobre la venta del arma el juez dijo: "No está acreditado que Larrosa haya vendido un arma a Padilla". Con respecto a las amenazas explicó: "Quedó acreditado en el debate que había una buena relación entre Larrosa y Padilla. Nos llama la atención que lo mande a amenazar".
Sobre el arma hallada tras el homicidio, Garzón sostuvo que "el comisario Berón dijo que no hay prueba alguna que acredite que esa arma era de Larrosa... La fiscalía dice que el arma apareció cerca de la casa de Larrosa, pero el oficial Luna dice que hay 93 metros de distancia".
Otro punto importante es la valoración que hacen los jueces con respecto a los testigos de cargo. Padilla fue asesinado en la puerta de la vivienda de Castillo. "Mariano Castillo dice verlo a Larrosa disparar contra Padilla. A Padilla lo mataron a un metro de distancia. Lo dijo el médico forense y la Policía. Es implica que el disparo fue de cerca porque no se abrió. Castillo lo ubica a Juan Larrosa en el cerco (a más de 10 metros). La distancia es mayor a un metro. Es imposible que haya sido Larrosa. El matador de Padilla estaba en la casa (donde vive la pareja Castillo- Nierez)". Para los jueces Castillo no dijo la verdad, y profundizaron la explicación: "Castillo contó que Padilla se le acercó para pedirle yerba, pero Padilla en la casa tenía dos paquetes y medio de yerba, según quedó confirmado. Una vecina escuchó dos disparos y sintió el murmullo 'Mariano, qué hiciste'. Es llamativo –dijo el juez– pero es la única testigo amenazada", y prosiguió: "A Castillo le dio positivo el dermotest en la manga de la camiseta de fútbol que tenía puesta... Castillo y Nierez le dijeron a la testigo que denunció amenazas que le iban a prender fuego la casa".
La defensora Candela Bessa que siempre sostuvo la inocencia de Larrosa aseguró que se hizo justicia y que se deberá seguir investigando para dar con el autor del hecho.
Una vez concluida la audiencia quedó la sensación de que Castillo y Nierez tendrían que ir buscando un abogado.