Finalmente ayer al mediodía se conoció oficialmente el resultado del esperado análisis de sangre, que revelaría el estado en que conducía Ignacio Laporta la mañana del domingo 18 de octubre por la zona del Parque Urquiza de la ciudad de Paraná.
La pericia realizada por los bioquímicos de la Dirección Criminalística arrojó que el joven de 29 años tenía 1,3 gramos de alcohol por litro de sangre, un nivel que casi triplica el máximo permitido para conducir vehículos, que es 0,5. Esto viene a confirmar lo que desde el inicio se había relevado a través de la Policía, acerca de que Nacho Laporta presentaba halitosis etílica, es decir, aliento a alcohol.
Por otro lado, se esperaba conocer también si el imputado había consumido drogas aquella noche, lo cual agravaría su estado de lucidez y sus reflejos para estar al volante del VW Bora azul. Sin embargo, esta información no se sabrá ni tampoco existirá como prueba en el legajo que se tramita en la Fiscalía, debido a que no le extrajeron a Laporta la muestra de orina necesaria para analizar, en la cual se podría saber con exactitud si había ingerido o no sustancias prohibidas.
Según especialistas consultados por UNO, la presencia de estupefacientes puede aparecer tanto en la sangre como en la orina, pero en la primera se metaboliza más rápido, por lo cual siempre el resultado va a ser inferior al que pueda surgir del análisis de la muestra de orina. Este es más óptimo para conocer con mayor exactitud si la persona consumió alguna droga las horas previas a la extracción de la orina.
Tal vez a los fines de la imputación penal que se le hará a Laporta, según fuentes judiciales consultadas, sea lo mismo determinar el consumo de alcohol y/o de drogas previo a subirse a un automóvil y conducir a 163 kilómetros por hora. El nivel de alcohol que se comprobó que tenía, según la pericia de sangre, ya es suficiente para afirmar la peligrosidad y los riesgos que generó, y que concretó con la muerte de Sofía Pacco Villalba, de 19 años. Además, al parecer, “el protocolo de actuación indicaría solo la extracción de muestra de sangre a un sospechoso”.
En el caso de Silvio Díaz, el conductor que chocó y mató a un niño frente a la escuela Del Centenario el año pasado, no fue lo mismo: se le achacó el haber consumido alcohol, marihuana y cocaína antes de conducir su vehículo, al momento de agravar su conducta. Al hombre que aceptó una condena de ocho años y cuatro meses de prisión, le extrajeron muestras de sangre y orina, y también le practicaron un hisopado nasal en el hospital San Martín. De este modo, aquello se pudo acreditar e incorporar a la causa.
En la mañana de la tragedia vial de calle Mitre y Santiago del Estero, reinó la confusión. Al principio ni siquiera se sabía con rigor quién conducía el auto que chocó con el frente de una casa. Luego se supo que era Laporta, quien se retiró del lugar del hecho y al rato volvió, y se sometió a los estudios del médico de oficio quien (por no saber, por olvidarse o porque no se lo solicitaron), no le extrajo la muestra de orina para analizar y cuyo resultado debía ser anexado al legajo.
El amigo querellante
Ayer cerca del mediodía, declaró el penúltimo de los testigos: Blas Toloza, el amigo de Laporta que iba como acompañante en el auto, quien a su vez es víctima y querellante en la causa. El fiscal Juan Malvasio dijo que “relató la circunstancias del hecho que le costó la vida a una persona y que obviamente le costó lesiones a él. Fue una entrevista informal donde concurrimos con la defensa, a los fines de no vulnerar los derechos del imputado Laporta, sin la presencia de la querella habida cuenta que como es una prueba reproducible se lo podrá citar más adelante para que concurra a la sede de la Fiscalía”.
Sobre el desarrollo de la causa, el fiscal aseguró: “Para nosotros el hecho está prácticamente probado, obviamente que seguimos recolectando elementos probatorios a fin de poder acreditarlo con certeza”.
Respecto del resultado de la pericia toxicológica sobre la presencia de alcohol en sangre, Malvasio afirmó: “Toloza ha confirmado que consumieron bebidas alcohólicas, pero eso forma parte del legajo y es una prueba objetiva que ya se incorporó. Ya tenemos acreditado de que obviamente el imputado Laporta vulneró la Ley de Tránsito que prohíbe la conducción con consumo de bebidas alcohólicas que supere un mínimo”.
Sobre la velocidad a la que iba el auto, “Toloza hizo una serie de precisiones donde pudo confirmar que iba en una velocidad fuera de lo común, no la pudo precisar, para eso contamos con una pericial accidentológica con carácter de objetividad que nos determinó que la velocidad que llevaba el vehículo era no inferior a los 163 kilómetros por hora”, agregó el fiscal.
Acerca de la continuidad de producción de pruebas, Malvasio dijo que “falta recepcionar la de uno de los pasajeros (menor de edad), estaba internado en el hospital San Martín con un cuadro bastante gravoso por un traumatismo severo de cráneo. Seguramente dentro de los plazos le vamos a tomar declaración”.
Por su parte, el abogado defensor de Laporta, Hugo Gemelli, precisó que Toloza relató que aquella madrugada salieron en el vehículo “por calle Liniers, cargan nafta en la estación de servicios de Laurencena, no recuerda bien por dónde subieron pero cuando el auto toma por calle Moreno con la continuidad de Mitre, tres cuadras antes dice que Laporta acelera, no que como se dijo que venía acelerado,que se había chocado los conos de la Policía”.
A su vez, detalló que “la maniobra por el cual el auto se pone de costado es por una mala maniobra de una moto 110 color champagne que se le cruza por delante queriendo doblar por Santiago del Estero, eso genera que para evitar la colisión el auto se ponga de costado y se produce el accidente. Luego no recuerda absolutamente más nada porque se despierta, según lo que manifestó, en el hospital”, agregó el defensor Hugo Gemelli.
Por último, el defensor refirió que en su declaración, Toloza “no recuerda haber ingerido alcohol en el vehículo, pero sí que estuvieron cenando, tomaron dos fernet y luego una botella de champagne en el boliche”, mientras que “hasta el momento en que lo vio (Toloza a Laporta) solo lo vio ingerir alcohol”, es decir que no lo vio drogarse.
La imputación fiscal no está definida
El fiscal Juan Malvasio imputó a Ignacio Laporta el delito de Homicidio imprudente agravado por la conducción antereglamentaria. Por su parte, el querellante que representa a la madre de la víctima fatal, Marciano Martínez, aseguró que pedirá condenar al conductor por Homicidio simple con dolo eventual, al igual que se hizo con Silvio Díaz, tal como adelantó UNO en su edición de ayer.
Sin embargo, la posición de la Fiscalía no es inamovible: “Esto no significa que vamos a ir a juicio con esa calificación, obviamente una vez que tengamos recopiladas todas las evidencias o elementos probatorios en el marco de la investigación, nos sentaremos a analizar si este hecho encuadra en el homicidio imprudente agravado o bien en un homicidio simple con dolo eventual”, aclaró Malvasio.
Consultado el fiscal acerca de las comparaciones que se pueden hacer entre ambos casos, dijo: “Todas las causas tienen sus ribetes, no podemos hablar de similitud de hechos, lo que podemos decir de la causa de Díaz es destacar que puso en riesgo a personas externas al vehículo. En este caso (Laporta) en concreto puso en riesgo a personas que iban con él en su auto”.
No hay muestra de orina para saber si Laporta conducía drogado
La pericia de sangre dio que el piloto que causó la tragedia vial tenía casi el triple de alcohol de lo permitido
28 de octubre 2015 · 07:54hs