Las seis personas detenidas por el homicidio de Laureano Bonda, de 22 años, ocurrido el lunes a la noche en el barrio La Floresta de Paraná, fueron imputadas ayer por Fiscalía. Sin embargo, la novedad más importante de la jornada fue que los investigadores judiciales pudieron individualizar al autor de la puñalada letal.
La Fiscalía individualizó al autor de la puñalada mortal a Laureano Bonda
Por 30 días se dispuso el encierro preventivo en la unidad penal de la ciudad de Paraná del joven que cometió el lunes a la noche el homicidio en el barrio La Floresta
20 de julio 2017 · 06:00hs
Se trata de un hermano de la joven que estaba discutiendo con su expareja cuando se desató el conflicto que terminó con la vida de Bonda. El muchacho de 21 años que momentáneamente estará alojado durante un mes en la Unidad Penal N° 1 de la capital entrerriana se abstuvo de declarar ayer.
El arrestado fue imputado del delito de Homicidio Simple, que contempla una pena que va de los ocho a los 25 años de cárcel. El resto de los detenidos, entre ellos una menor de 16 años, recuperó la libertad, pero con restricciones como no acercarse a la casa donde ocurrió el hecho, no ingerir bebidas alcohólicas y no salir durante la noche.
Según pudo saber UNO, los cuatro hombres que quedaron excarcelados dieron su versión de los hechos e indicaron que desconocían que el autor del homicidio estuviese armado con un cuchillo. De igual modo, la Fiscalía los imputó a todos por el mismo delito que al ejecutor del asesinato del joven de 22 años, que era padre de una beba de 10 meses y daba clases de fútbol a los chicos del barrio San Martín.
Una discusión, un crimen
Según informaron fuentes policiales a UNO, poco antes de la medianoche del lunes Laureano Bonda estaba en su casa ubicada en calle El Resero y Clarck, cuando escuchó los gritos en la vereda. Al salir, encontró a su cuñado (novio de su hermana) discutiendo con otra joven, la expareja, quien a su vez estaba con la hermana menor de edad. La chica le reclamaba algo respecto de los tres hijos que tienen en común, específicamente porque no los iba a ver. Al escuchar los gritos, la familia de la vivienda le pidió al muchacho que se retirara para evitar discusiones en el lugar. El cuñado se fue y su ex lo perseguía con insultos, al tiempo que le dijo a su hermana: "Andá a buscar a papá y los otros".
A los pocos minutos llegaron en un auto rojo seis personas, integrantes de una familia de apellido Ortega. Salió Laureano y les explicó que su cuñado ya se había ido. La adolescente les dijo a sus familiares "este nos faltó el respeto". Fue suficiente para que uno de los visitantes atacara por atrás al joven y le provocara varias heridas en la espalda y un brazo, dos de las cuales fueron mortales. Luego se dieron a la fuga.
Bonda fue trasladado, primero al centro de salud Ramón Carrillo, desde donde luego lo derivaron de urgencia al hospital San Martín. Pese a los esfuerzos realizados por el personal de la Guardia, el joven falleció minutos después de ingresar.
Tras la denuncia, llegó al lugar personal policial de la comisaría quinta y luego los fiscales Juan Francisco Ramírez Montrull y Patricia Yedro, quienes dieron intervención al personal de la División Homicidios.
Dudoso operativo
La causa que involucra al comisario principal Claudio Pérez, jefe de la División Inteligencia de la Dirección Toxicología, y a tres jóvenes de la ciudad de Crespo está en plena investigación. Mientras se esperan los videos de la estación de servicios YPF ubicada en inmediaciones de San Benito, se fijó para después de la feria judicial la declaración de los implicados.
Según publicó UNO el lunes, Pérez les hizo señas ordenando que detuvieran la marcha, pero por el contrario, el vehículo intentó esquivarlo, en la maniobra lo embistió y arrastró unos metros. El vehículo avanzó un poco más y luego su conductor realizó una maniobra avezada: realizó un derrape y giró para dirigirse en sentido contrario al que iba. En ese momento, el policía había quedado en el suelo, sacó su arma reglamentaria y efectuó tres disparos. Según su versión, temía ser embestido otra vez y le apuntó a las ruedas, pero el auto se hundió un poco en un badén, por lo cual las balas impactaron en la mica de las luces. Después todo continuó en la estación de servicios y culminó con la detención de los jóvenes y el secuestro de estupefacientes que al parecer estaban en poder de los crespenses.