En el informe publicado, se detallan condiciones de vida reñidas con los derechos humanos y castigos intramuros como desnutrición, autoflagelación, uso del látigo y el cilicio, elementos de tortura del medioevo.
Uriburu confirmó a los medios locales que se debió utlizar la fuerza para entrar y que se aportaron en forma voluntaria una cantidad de cilicios y pequeñas fustas de unos 40 centímetros.
Al respecto, el oficial del Ministerio Público Fiscal, reveló que la madre Superiora "opuso resistencia" al procedimiento judicial y que "hubo que utilizar la fuerza para entrar porque no se permitía el ingreso, con lo cual se rompió una puerta del convento".
Uriburu indicó que el procedimiento judicial "se motiva en la investigación periodística donde se detallan ciertos elementos de tortura o auto flagelación y al momento se encontraron cilicios y látigos por lo cual en un principio hablamos de un allanamiento con resultado positivo".
Se busca establecer el delito de privación ilegítima de la libertad agravada contra las monjas que están en claustro y que fueron revisadas por un médico forense.
En este punto el fiscal aportó que "se está haciendo una revisación muy superficial porque (por una cuestión religiosa y del modo de vida) no se profundizó en un examen que involucre una invasión a la intimidad de cada una".
Asimismo indicó que "por el momento no se prevé la detención de ninguna persona, ya que el allanamiento está en curso y recién estamos en las medidas iniciales".
"Hay una biblioteca que es una habitación con numerosos libros de teología y religión, pero no hay manuales o libros sobre la instrumentación de estas prácticas de tortura", señaló según reprodujo
Las reglas del Monasterio Carmelitas incluyen "elementos de disciplina personal"
El encargado de Prensa del Arzobispado de Paraná, Ignacio Patat, dio precisiones acerca de las reglas que rigen en el Convento de Hermanas Carmelitas Descalzas, en Nogoyá, luego del allanamiento realizado por fuerzas especiales.
"En una mentalidad no cristiana es difícil comprender, pero ellas lo viven con alegría y con entrega", dijo a el encargado de Prensa del Arzobispado tras el allanamiento realizado en convento de Nogoyá.
El sacerdote admitió que el procedimiento los sorprendió: "Amanecimos con esta noticia. Hay que esperar qué determina y justifica este accionar, los motivos de la intervención y el modo por el que entraron".
Patat explicó que allí "las monjas viven encerradas por propia voluntad y libre elección. Ellas eligen este estilo de vida: Morir por el mundo, pero vivir para Dios".
Reconoció que "en una mentalidad no cristiana es difícil comprender, pero ellas lo viven con alegría y con entrega de esta manera". Acotó que "el Monasterio tiene jurisdicción en la Diócesis, pero es de derecho pontificio, por lo que su regla y administración depende de la Santa Sede", por lo cual "sus estatutos y reglamentos están aprobados por la misma y en plena vigencia".
Aseveró que las religiosas llevan "una vida interna" y ejemplificó que "comparten momentos con su familia sólo detrás de la reja" ya que no tienen ningún "contacto con el mundo exterior".