En varios frentes se está sustanciando la causa judicial que afronta el cura Justo José Ilarraz, acusado de abusar sexualmente a jóvenes que estudiaban en el Seminario Arquidiócesano de Paraná, hechos ocurridos en los 80 y en los 90. Desde que la jueza Paola Firpo dictó el procesamiento del sacerdote y la defensa apeló la medida todo el proceso quedó supeditado a la conformación del Tribunal de Apelaciones. La decisión de la jueza Marcela Badano de inhibirse de integrar el tribunal que debía resolver sobre el recurso en cuestión hizo que el investigación penal se sumiera en un enredo del que todavía no se puede salir. Afuera Badano, el nuevo tribunal quedó integrado por Pablo Vírgala, Daniel Malatesta y la jueza de Apelaciones de La Paz, Cristina Lía Van Dembroucke. Aunque también ésta última se excusó de intervenir. La demora en la tramitación volvió todo a su etapa de origen y se definió que la jueza María Gabriela Garbarino sea la encargada de resolver sobre la inhibición de Van Dembroucke.
Si en el caso hipotético de resolverse favorablemente, Vírgala, Malatesta y Van Dembroucke van a tener que expedirse sobre la inhibición de Badano, agregando una cuota más de postergación a la definición.
Atendiendo a todas estas dilaciones, el tratamiento de la apelación contra el procesamiento de Ilarraz pasará a febrero de 2016, según una fuente allegada a la investigación consultada por UNO.
Sin avances en la Corte
El planteo de prescripción de la causa que fuera elevado a la Corte Suprema de Justicia de la Nación recién ingresó en el control de legalidad y dando los primeros pasos preliminares. El recambio de autoridades políticas en el plano nacional y la incompleta nómina de magistrados que conforman el máximo tribunal incidirá en la resolución de esta medida. “Hay que tener en cuenta que no hay ningún penalista y se debe completar la nómina de cinco jueces”, confió a UNO una fuente calificada.
Cabe recordar que para arribar a esta instancia, la defensa del religioso había interpuesto un recurso de impugnación extraordinaria, que había resuelto a su favor la Sala Nº 1 de Procedimientos Constitucionales y Penal del Superior Tribunal de Justicia. En setiembre el STJ, el alto cuerpo concedió por mayoría, hizo lugar al recurso de queja y ahora será la Corte Suprema de Justicia la que decida si la causa prescribe o no, es decir definirá si el sacerdote debe ser juzgado por los delitos que se le imputan.
La causa que se tramita desde 2012 había sido caratulada Ilarraz, Justo José sobre promoción a la corrupción agravada, y en todo su desarrollo se fueron incorporando testimonios de las víctimas, que a criterio de la jueza Firpo representaron un aspecto clave para avanzar en el procesamiento de Ilarraz.
El cura afincado actualmente en Tucumán dio su versión de los hechos recién este año en la Justicia y solo se limitó a decir que se declaraba inocente, negándose a someterse a pericias psicológicas y psiquiátricas.
Pocos avances en la causa del cura Justo José Ilarraz
Sigue sin definirse el Tribunal de Apelaciones. La Corte aún no tramita el pedido de prescripción
27 de noviembre 2015 · 06:25hs