Andrés Martino/Ovación
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La campeona del mundo de la Federación Internacional de Boxeo, la villaguayense Débora Dionicius, anduvo ayer por Paraná. Además de pasear, se encontró con Ovación y palpitó la octava defensa, que será la segunda semana de febrero en Mar del Plata, y ante una rival a confirmar. La monarca Súper Mosca nunca dejó de entrenar, pero la parte más exigente comenzará la próxima semana para entrar en la recta final y dar el peso correcto.
“Estamos a un mes más o menos de la pelea y todavía no empezamos a entrenar fuerte. La semana que viene arrancamos con tres turnos. Me levanto a las 6 para realizar la parte física, resistencia, velocidad y fuerza, todo lo que es gimnasio con un preparador físico y mis compañeros que me acompañan para incentivarme. Llego, me baño y me acuesto a dormir cerca de las 9 porque necesito descansar para rendir los tres turnos. Después me muevo a las 14 y hago toda la parte de boxeo. Almuerzo cerca de las 12 y me vuelvo a dormir. Después a la noche hago aeróbico, un trote algo más tranquilo y para descargar todo lo que hice durante el día, pero el descanso es fundamental”, dijo.
Como en cada presentación La Gurisa llega en óptimas condiciones y seguramente esta no será la excepción. La única diferencia es que en Mar del Plata puede ser la última defensa del cinto porque la meta es clara para este año. Dionicius quiere subir a Gallo para ir por otro cetro.
“Esperemos llegar bien. Ahora estoy unos kilos arriba por las Fiestas, pero seguro los bajo. La pelea era en enero, pero hablé con mi promotor Margossian (Mario) y le dije que no llegaba así que la pasamos para febrero y ahí sí vamos a llegar bien. Siempre tomo con mucha responsabilidad cada defensa y esperemos que sea una de las últimas, porque la meta para este año es llegar a pelear por otro título mundial en otra categoría. Es una más arriba, Gallo. Hay que subir de peso, por eso no me va a costar. En esta categoría hay otra pegada. En Súper Gallo no me animaría a pelear porque esa sí no es mi categoría”, afirmó.
Dar el peso es toda una historia para un boxeador. A la mayoría les cuesta y no es una tarea sencilla. La campeona explicó el motivo: “Uno se cuida, te exigen, te prohíben muchas cosas, cumpleaños, fiestas y cuando sabés que podés aprovechar arrasás con todo en la heladera. Le pasa a todos los boxeadores que terminan subiendo entre 10 y 15 kilos después de una pelea”.
Según Dionicius en Italia ante Galassi estuvo su mejor defensa hasta el momento. “Puede ser que ante Simona Gallasi haya sido mi mejor defensa. Fue afuera y yo sabía que ante la local era un riesgo porque te podían robar la pelea y de hecho me la dieron en fallo dividido. Ataqué mucho, pero es la forma de convencer a los jurados cuando vas de visitante, mostrando que uno va para adelante. Pasa en todos lados, en una pelea que es pareja tiran más para el local y se la dan. Eso pasa en todos lados y siempre pasó. Cuando se sale afuera hay que demostrar y pegar y pegar. Ir para adelante por más que te peguen”.
A pesar de la experiencia, Dionicius siente ansiedad ante cada combate profesional. “A mí lo que me pasa cuando estamos a una semana de cada pelea es que tengo mucha ansiedad. Eso a veces te juega en contra, pero a mí me ha jugado casi siempre a favor. Siempre tengo mucha ansiedad y quiero que ya llegue el día de la pelea. A veces estoy en el vestuario, el día de la pelea, y la velada se va hasta la 1 de la madrugada y se me hace eterno”.
“A mí arriba del ring se me cruza mi mamá por la cabeza. Tuvo problemas de salud y verme pelear la pone nerviosa. Ahora está bien, contenida y en familia”, agregó La Gurisa respecto de las imágenes que se le presentan ante cada batalla.
Dionicius tuvo un gran 2015 y por eso fue ternada para los Premios Firpo. Sin embargo la entrerriana es consciente respecto de quién tiene que llevarse el galardón. “Estoy ternada en los Firpo, que son la semana que viene, y la verdad que me puso contenta porque estoy entre las tres mejores del país. Estoy con Érica Farías y la verdad ella es la que se lo merece porque tuvo un buen año”.
Su último combate
La invicta entrerriana, Débora Dionicius se enfrentó a la brasileña Aline Scaranello y se impuso por puntos en la velada principal que se realizó en el Club Social y Cultural El Cruce, ubicado en Los Polvorines, partido de Malvinas Argentinas, Buenos Aires, el 7 de noviembre de 2015.
Esa noche la villaguayense logró una clarísima victoria ante una contrincante que nunca complicó sus chances. La Gurisa, que tiene un récord de 21 triunfos en igual cantidad de peleas y cinco nocauts, defendió con éxito por séptima vez la corona mundial Súper Mosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Pasó por Paraná para palpitar otra defensa
Débora Dionicius expondrá en febrero el cetro Súper Mosca del mundo. ¿Será la última y cambia de división?
14 de enero 2016 · 09:00hs