Se duplicaron los casos de femicidios vinculados en la Argentina
"En algunos casos, los agresores buscan a las víctimas cuando están acompañadas por sus hijos u otros familiares, y el victimario suele asumir que ese entorno toma partido por la víctima porque son los que intentan protegerla; a la vez, suelen eliminar a ese entorno para no dejar testigos", describe Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, y agrega: "Estos agresores se caracterizan por estar cegados por la bronca, porque sienten que una mujer que no responde a sus reclamos los traiciona, aunque esto no sea así, y entonces actúan con toda la violencia posible. Cuando matan a un hijo es para lastimar a su víctima y también para mostrar que están decididos a todo".
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en 2015 se convirtió en el primer organismo estatal en relevar el número de femicidios en Argentina, registra los casos de femicidios vinculados, pero no los publica.
Así lo explicó María Delia Castañares, a cargo de la Oficina de la Mujer de la Corte: "Los tiempos procesales para determinar la motivación de un homicidio son lentos, entonces todos esos datos tardan en confirmarse; tenemos en cuenta el número de femicidios vinculados, pero como herramienta interna de trabajo".
Norma López integra el Concejo Deliberante de Rosario por el Frente para la Victoria. Desde 2011 lleva un registro de femicidios en Santa Fe, donde, asegura, el número de casos duplica a la media nacional. "Cuando una mujer denuncia que su vida corre peligro, también manifiesta su miedo por sus seres queridos, especialmente por los hijos, ya que no saben hasta qué nivel de violencia puede llegar el victimario para lastimarlas", explica López.
Para Rico, "los femicidios vinculados ocurren porque el objetivo del agresor es demostrar su poder una última vez, destruyendo todo lo que tenía que ver con su víctima directa, incluso cuando ya la han asesinado". Su visibilización, sostiene la especialista, "ayuda a tomar conciencia de que cuando hablamos de violencia de género, esta puede afectar a todo el entramado social, que no es una cuestión privada de cada mujer, porque en manos de femicidas han muerto hermanos, hijos, amigas, cuñadas".
"Ya se ha reconocido que ignorar una situación de violencia de género para 'respetar' la privacidad de una pareja lo único que hace es ayudar a que la agresión sea mayor", amplía Bianco. Según su visión, "se debe entrenar a todos los que rodean a una mujer agredida a cuidarse ellos también, porque pueden estar en riesgo; hay que lograr que la cadena de cuidados crezca porque es muy importante que se forme alrededor de la mujer que es agredida, y que esté consolidada al momento de denunciar al agresor".
López hace hincapié en que las medidas de protección que se establecen una vez que una mujer denuncia alguna situación de violencia de género "estén direccionadas tanto a la víctima directa como a las indirectas, que pueden ser hijos, hermanos o padres".
Son numerosas las ocasiones en que los femicidios y los femicidios vinculados se producen en círculos en los que la víctima ya había denunciado al agresor, una o varias veces. Sin embargo, en muchos casos el aparato estatal no logra poner freno a una violencia de la que se habla cada vez más y cuyas víctimas fatales crecen.
Fuente: Clarín