El viernes llegó una Carta Documento a Balcarce 50 dirigida al presidente Mauricio Macri. Los empresarios de colectivos de larga distancia optaron por esa manera de comunicarse con el Jefe de Estado para hacerle llegar sus reclamos. Si bien no llega a ser una intimación, el tono de la carta y la advertencia que prácticamente no pueden asegurar los servicios de pasajeros, la convierten en casi una notificación de último recurso.
Dura advertencia de los dueños de los colectivos a Macri
Mario Verdeguer, presidente de la Cámara Empresaria de Transporte Interurbano en Jurisdicción Nacional de Pasajeros (Celadi), fue el que firmó la original misiva que llegó a la Casa Rosada. "En representación y siguiendo expresas instrucciones de nuestras empresas asociadas (40), a los efectos de poner en su conocimiento que dichas empresas transportistas se encuentran atravesando una situación crítica de extrema gravedad que compromete el funcionamiento", dice la carta.
Según los transportistas, la actualidad de las compañías, que funcionaron con subsidios hasta el 31 de diciembre de 2016, es tan extrema que no se descarta la posibilidad de que no se pueda cumplir con los servicios que tienen que brindar, o de tener imposibilidad para pagar sueldos y deudas impositivas y comerciales.
Las empresas de colectivos de larga distancia tienen una larga lista de temas a resolver, desde tributarios, laborales y sobre todo, regulatorios. No les falta verdad cuando dicen que ellos, el medio de transporte más utilizado por la Argentina, no tienen ahora subsidios mientras su competencia, Aerolíneas Argentinas y Austral, cuentan con millones de dólares anuales. De esa manera, razonan, ofrecen pasajes a precios que serían imposibles si la compañía estatal tuviera que cerrar sus cuentas en cero. Acostumbrada al rojo, razonan, Aerolíneas ha ido directamente sobre sus pasajeros.
Sin embargo, esa larga lista de reclamos estuvo adormecida, anestesiada por la dulce somnolencia que producen los subsidios en los empresarios argentinos. Después de años de compensaciones estatales (combustible más barato, aporte a los sueldos de los empleados y dinero por competir por tierra con los aviones), el sector está lleno de empresarios millonarios y empresas en quiebra. Sin aquel anabólico, las reformas necesarias postergadas por años se tornan urgentes.
La carta, además, deja al descubierto la tensa relación que existe entre estos empresarios y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. "Todo esto se ha puesto reiterada y detalladamente en conocimiento del ministro y de sus funcionarios dependientes, sin que a la fecha haya obtenido respuestas mínimamente satisfactorias que permitan afrontar la crisis indicada", informa la Celadi.
"El Estado Nacional ha retirado injusta y desigualitariamente por vía de hecho diversas compensaciones y beneficios que coadyudaban al funcionamiento del sistema", se puede leer en el texto. Además de los subsidios, los transportistas reclaman varios que tienen que ver con la regulación. Dicen, por ejemplo, que los permisos para operar están vencidos desde hace años y que las empresas han caído en una enorme precariedad jurídica.
Los empresarios le recuerdan a Macri que los colectivos llegan a 900 localidades y trasladan anualmente 37 millones de pasajeros mientras que los aviones no unen más de 50 destinos y mueven por año, 12 millones de personas.
"Solicitamos al Señor Presidente que proceda a atender con la premura y eficacia suficientes lo requerido y se evite el colapso del sistema del transporte automotor de pasajeros de larga distancia", finaliza la carta documento.
Fuente: La Nación.