Lionel Messi no puede pasar inadvertido en ningún rincón del mundo. Quizás por eso, una de sus "escapadas" habituales es alquilar un yate y perderse en los mares junto a sus seres queridos.
Sin embargo, en Ibiza, mientras disfrutaba de la soledad de su familia en un lujoso yate, apareció una persona que llegó nadando hasta allí para demostrarle su fanatismo. El "intruso" rompió la tranquilidad de la familia de Messi, que lo miraba con desconcierto desde arriba del yate mientras él celebraba su proeza posando sonriente para la cámara que le esperaba unos metros más allá para inmortalizar la experiencia.