El Oldham Athletic fue este jueves el último en renunciar por las presiones al fichaje del galés Ched Evans, un delantero que jugó en la Selección mayor junto a Gareth Bale y que cayó en desgracia tras una violación.
No lo contratarán por violador
El director ejecutivo del histórico club de la tercera división inglesa, Neil Joy, anunció en un comunicado que no contratarán al delantero por "presiones insoportables".
Ademas denunció que habían recibido "amenazas viles y violentas, incluyendo de muerte".
El caso del jugador ha provocado un debate nacional sobre la reintegración de los convictos, la influencia de los futbolistas en los niños y sobre la violencia en las redes sociales, donde partidarios y detractores del jugador se han enzarzado en términos duros y amenazantes.
Evans tiene 26 años y salió en octubre de la cárcel tras cumplir dos años y medio de un total de cinco por violar a una joven de 19 años, en 2011.
La joven estaba muy bebida -no recuerda lo que pasó- y un amigo de Evans la llevó a un hotel, donde abusaron de ella.
Desde que salió de la cárcel, cada muestra de interés de un club en contratarle ha sido respondida con amenazas de los patrocinadores de retirar su apoyo y con la redacción de manifiestos que firman miles y miles de personas.
El comisario de policía de la región (Gran Manchester), Tony Lloyd, a la que pertenece Oldham, había avisado que fichar a Evans hubiera ofrecido "un mensaje totalmente equivocado".
El primer ministro, David Cameron, opinó también del caso a través de un portavoz. "En última instancia corresponde a los empresarios tomar
decisiones" sobre una contratación, "pero el primer ministro piensa que los fútbolistas son modelos y está seguro de que cualquier club y empresario interesado medirá sus decisiones muy cuidadosamente".