El mundo futbolero vibró con la hazaña de Pacífico de General Alvear, Mendoza, un modesto y humilde equipo que milita en el Federal B que el último domingo eliminó a Estudiantes de La Plata de la Copa Argentina.
Los jugadores de Pacífico pinchaban con agujas a los delanteros de Estudiantes
El 3 a 2 en cancha de Banfield quedará por siempre en la historia. Y si bien el equipo que cuenta con preceptores y albañiles, por nombrar a algunas de las profesiones, y que le ganó con mucha autoridad al equipo de Primera y reconocido a nivel internacional, también contó con una cuota de superstición, confesada por uno de sus defensores, Federico Allende. "Tuve que acudir al grupo viejo, la gran Bilardo...", comenzó la narración por Radio Vorterix de Córdoba. Y ante la pregunta de la mesa, que automáticamente fue "¿Bidón?", Allende remató: "¡No, qué bidón! Aguja. A Otero lo maté... ¿Pero qué querés que haga?".
"Esto es para vivos. Se dio así, sabíamos que teníamos que ensuciar el partido y pinchaba con agujas a los delanteros de Estudiantes. Sabemos que el jugador de Primera no le gusta el roce, que le hagas tiempo, que le juegues sucio. Veíamos que ésa era la forma, el fútbol es así. Pobre negro, me debe haber odiado", siguió contando la insólita situación. Además, expresó que "las tenía escondidas en las canilleras" y admitió que "cuando fui a sacarlas una estaba quebrada, por suerte la segunda estaba bien".
Como admitió el defensor ex San Lorenzo del barrio Las Flores de Córdoba, el que peor la pasó fue Otero ya que si se la tenía que agarrar con algún otro de experiencia, lo pensaba dos veces: "A Braña no lo pincho ni en pedo".
Otero, después, admitió que fue pinchado. "Cuatro veces me dieron. Me cambiaba de punta porque me pinchaba a cada rato. Le avisé al referí y no me dio bola. Al línea le dije y sólo se reía. Se lo tomaron a juego, pensaron que todo era mentira. Me pinchaba en la espalda", declaró en Jogo Bonito.