Matías Larraule/Ovación
Fue ambicioso y se quedó con el éxito
”Solamente voy a prometer trabajo, seriedad y convicción para que el hincha de Atlético Paraná se sienta identificado con este equipo”, prometió Edgardo Cervilla en la noche de la presentación del plantel y cuerpo técnico del Decano. Las palabras quedaron en evidencia. Once guerreros vestidos de rojo y blanco salieron a escena a escribir una nueva página dorada en su centenaria historia.
El estreno no era para nada sencillo. Enfrente tenía a un equipo con una enorme historia. Es que Ferro es uno de los dos equipos que militan en la categoría que celebraron un título en el círculo superior del fútbol argentino. Sin embargo, y como viene sucediendo en los últimos años, el Gato se burló de los antecedentes del rival de turno.
El conjunto de barrio San Martín tuvo bien en claro que es lo que quería. No se asustó por tener las cámaras de la señal Depor TV enfrente. El hecho de que haber sido transmitido para todo el país lo sedujo. Por eso mostró su personalidad ganadora. Tuvo ambición. Por eso dejó los tres puntos en su casa.
Atlético Paraná tuvo el estreno esperado. En el estadio Pedro Mutio derrotó anoche a Ferro, por 3 a 2, en uno de los encuentros correspondiente a la primera fecha del Torneo de la Primera B Nacional. Por eso Barrio San Martín fue una fiesta.
Con todo. El anfitrión no especuló en ningún momento. Por eso de entrada presionó al Verdolaga cerca del arco defendido por Damián Albil. Enzo Noir y Nicolás Ledesma obligaron a despejar rápidamente el balón para comenzar a generar ofensivas e incrementar la ilusión Rojiblanca.
El Decano atacó con mucha gente. Entendió que el negocio estaba por derecha, a espaldas de Vernetti y frente a la humanidad de Casais. Por ese sector Ekkert y Piris marcaron el camino, obligando al adversario a cortar con infracción.
El trabajo de la semana quedó reflejado en la apertura del marcador. Vercellino se paró frente al balón tras una infracción de Casais a Ekkert. El concordiense envió un centro envenenado al área visitante que capitalizó Martín Galli. La Garza se llenó la garganta de gol para provocar el primer estallido de la noche.
El local se agrandó y se burló de las grietas defensivas del elenco del barrio porteño de Caballito. Piris le tiró el balón a Noir y envió un centro que no pudo conectar Noir cuando Albil estaba vencido.
La siesta. De a poco y con poco, Ferro comenzó a adelantar sus líneas. Se las ingenió metiendo pelotazos a Gómez. El ex-Douglas Haig se las ingenió para preocupar a una defensa Rojiblanca que no ofreció garantías.
Ferro entendió que atacando por las bandas podía preocupar. Utilizando ese caminó revirtió el marcador en tan solo 180 segundos. Primero fue con un desborde de Bazán y con la primera aparición de Vernetti. Inmediatamente, el mediocampista derecho ingresó en soledad ante una multitud de jugadores paranaenses para poner en ganancias a Ferro.
El Gato sintió el impacto. Noir sacaba a pasear a los defensores, pero se movía lejos del área de peligro. Recién sobre el final de la etapa inicial Ekkert desbordó, pero envió un centro que no tomó ningún destinatario.
Iluminado. Paraná había utilizado poco el recurso del remate de larga distancia. Optó por esta ruta en el complemento. Avisó Noir con un remate desde 30 metros que encontró bien parado a Albil. Luego el delantero tuvo su premio. En un gran gesto técnico dejó en ridículo a toda la defensa Verdolaga y al indefenso uno. Tras un lateral de Piris, el punta dejó picar el balón y con una mediavuelta empujó el esférico al fondo de la red.
El empate le daba justicia al desarrollo del juego. Sin embargo desde el banco de suplentes local entendían que era la oportunidad de ir por los tres puntos. Es que la defensa visitante se mostraba frágil, especialmente por los carrilles.
Cervilla modificó el esquema. Adentro Alzugaray, afuera Cozzoni. Así sumaba un hombre con mayor vocación ofensiva y sacrificaba a un mediocampista con buen manejo del balón, pero con mayor predisposición a la marca. El Principito ingresó con todas las luces. No se apichonó, pidió el balón y se asocio con Ledesma, Noir y Ekkert.
Ferro apostó al contragolpe. Por eso metió pelotazos a la figura de Gómez y Salmeron. Aunque en esta ocasión los defensores del Gato ajustaron la marca y controlaron a los puntas visitantes, excepto en una jugada de pelota parada en la que el balón pasó por todo el frente del arco.
La velocidad de los atacantes paranaenses aumentaban la ilusión del Pueblo Decano. El ingreso de Sconfeld fue positivo. El ex-Viale FBC se juntó a Alzugaray en un tiro libre. Se desentendió de la jugada y generó el hueco donde el Licha metió la bocha. Ningún defensor de Ferro pudo despejar el balón. Ledesma quedó de frente al arco. Se abrazó con la gloria. Fue el premio de un equipo ambicioso.