Martín Montórfano, Eduardo Fontanini y Agustín Galliussi viven a diario la aventura de entrenar, trabajar y jugar al fútbol, su gran pasión. Rutina que se multiplica a diario entre los paranaenses. La diferencia es que los tres, el domingo, tienen la oportunidad de lograr el ascenso al Argentino B cuando disputen la final del Torneo Federal C con su Arsenal de Viale. En la ida perdieron de visitante ante Unión de Totoras por 2 a 1 y ahora toda la expectativa está puesta en la gran revancha, en casa.
El sacrificio por la pelota
Montórfano, Galliussi y Fontanini laburan, viajan y entrenan; y el domingo van por el ascenso con Arsenal de Viale.
5 de mayo 2017 · 08:57hs
El equipo del Tony Fontana tiene grandes chances luego de haber dejado en el camino a varios equipos complicados, entre ellos el campeón de la Liga Paranaense, Sportivo Urquiza.
Martín tiene una historia singular. De jugar en las Ligas Independientes llegó al Paraná Campaña, por su talento y su físico privilegiado.
Flaco, alto y con una calidad innata para salir jugando, el defensor, que bien puede jugar en otros lugares del campo, trabaja en una ferretería de 8 a 12.30 y de 15.30 a 19.30. Cumple horarios como cualquier empleado de comercio y todas las noches hace los 49 kilómetros que separan a la capital provincial de la localidad vialense para entrenar. “Es complicado, pero uno lo hace porque le gusta el deporte y porque asume responsabilidades. Termino cansado por la rutina y porque llego muy tarde la noche y al otro día a la mañana hay que laburar de nuevo. Pero es lindo sobre todo cuando se arma un buen grupo”, contó Tincho el defensor de 32 años. Al mismo tiempo destacó el apoyo de la familia por todo el tiempo que le quita. “Uno a veces choca y siempre me bancan”, agradeció.
Gallito, jugó toda la vida en Patronato y el año pasado quedó libre. Fana de Patrón, no bajó los brazos ante el duro golpe, y a los 22 años quiere hacer historia en el fútbol chacarero. Además de hacer el mismo periplo que su compañero, le dedica dos o tres horas diarias al gimnasio y realizó el curso de peluquero. En los momentos libres, el “joven manos de tijera” loockea a los amigos y a parte del plantel para hacer unas changas y ganar experiencia. “Estaba acostumbrado a ir a Patronato todos los días, que me queda a cuatro cuadras, y ahora entreno en el gym y después viajo para volver a las 12 de la noche”, comentó. Su oficio lo logró a través de un consejo. “Cuando estaba en mi segundo año en el plantel profesional de Patronato mi viejo me dijo ‘ponete a hacer algo’ y en un año hice el curso de peluquería. Le corto a un par de jugadores en Viale y en una época en Patronato le cortaba a Diego Martínez, Marcos Quiroga y a Edgardo Brítes”, contó el delantero.
Mientras que Eduardo tiene la responsabilidad de impedir que les hagan goles. El arquero que llegó de Litoral de María Grande en febrero de este año trabaja horario corrido en Sancor Seguros. Entra a las 8 y sale a las 16. De ahí pasa por la casa y por la tardecita se suma al grupo de los viajantes. “No es sencillo, muchas veces trae controversias sobre todo porque se trata de una pasión y no por una cuestión económica. Muchas veces salimos a vender empanadas o asado con cuero, pero cuando uno lo hace con el corazón no hay sacrificio que no tenga recompensa. Muchos dicen que es una locura lo que hacemos, pero somos varios los que compartimos esta pasión. Por ahí relegás la familia y otras cosas, pero lo hacemos con ganas”, explicó el exjugador de Atlético Paraná que este mes cumplirá 35 años.
LA REVANCHA. A la hora de hablar del partido del domingo los tres se mostraron optimistas. “Es un rival duro y va a ser una revancha complicada. No es tampoco un equipo que no se pueda derrotar y lo vimos el fin de semana pasado, así que será complicado con un gol en contra, pero concentrados y con trabajo se puede dar el objetivo”, expresó Montórfano.
Por su parte, el Gato hizo un análisis más extenso. Se refirió el primer chico y deseó que el resultado se defina en los 90 minutos. “El partido nos sirvió para evacuar las dudas que tenía, es un rival que no conocíamos y desde mi punto de vista lo respetamos demasiado en el primer tiempo. Cuando encontramos el esquema para contrarrestarlo, en el segundo tiempo fuimos superiores. Lo más lógico hubiese sido el empate, por eso la serie está abierta y estamos trabajando para nivelarla y espero que la podamos definir sin ir a los penales“, sentenció el uno.
A su turno, el más pibe se declaró seguro y consideró que la revancha será el partido “más importante” desde que juega al fútbol. “Quiero que llegue el domingo, estoy ansioso porque la cancha va a explotar y sabemos que nos va a ir bien, porque estamos preparados. Para mí va a ser el partido más importante de mi carrera. Me imagino en el túnel y se me pone la piel de gallina”, exclamó.
Con los sueños intactos, los tres se imaginaron el mismo desenlace para el domingo a la tardecita.
“A las 18.30 me veo festejando con una alegría“, tiró Galliussi. “Ojalá esté festejando, por lo pronto ya me pedí el lunes en el laburo”, adelantó Fontanini para que los compañeros de la oficina no lo esperen.
Mientras que el gran defensor se subió a la camioneta. “Me imagino de caravana, ja, Sería muy lindo por todo el trabajo y por los chicos”, anheló.