Por la decapitación de una veintena de ciudadanos coptos de Egipto en Libia, El Cairo dejó 7 muertos en un bombardeo a Libia y apelará en la ONU a que la comunidad internacional adopte medidas "fuertes y efectivas" contra el Estado Islámico (EI), en medio de una ola mundial de repudio al grupo yihadista.
Las 20 decapitaciones en Libia despertaron indignación mundial
El ministro de Exteriores de Egipo, Sameh Shukri, viajó hoy a Estados Unidos donde pedirá a la comunidad internacional que "afronte su responsabilidad" y adopte medidas "fuertes y efectivas" contra el Estado Islámico (EI), que decapitó 20 ciudadanos coptos de su país en la ciudad libia de Derna, bastión del grupo en el desgarrado país norafricano.
Shukri se reunirá "urgente e inmediatamente" en Nueva York con responsables de alto rango de la ONU, como el secretario general de la organización, Ban Ki moon, y los quince miembros del Consejo de Seguridad, Informó en un comunicado la cancillería egipcia.
Por instrucciones del presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, en sus entrevistas el canciller dará precisiones sobre la actual situación "generada por la vil acción terrorista que afectó a ciudadanos egipcios a manos de la organización terrorista Estado Islámico en Libia", menciona el texto oficial de El Cairo.
Ayer, el EI difundió un vídeo en el que muestra cómo ejecuta a una veintena de coptos egipcios que fueron secuestrados en la ciudad de Sirte, en el norte de Libia, por extremistas leales al grupo yihadista en ese país.
En tanto, en las últimas horas el ejército egipcio lanzó un ataque aéreo contra varias posiciones en Libia de las milicias leales al Estado Islámico (EI).
Según fuentes de seguridad libias citadas por la agencia EFE, durante la incursión murieron al menos siete civiles, entre ellos tres niños y dos mujeres, residentes en Derna, bastión de los seguidores del EI en Libia.
En un comunicado de las fuerzas armadas se señaló que los ataques se producen en cumplimiento de una resolución del Consejo de la Defensa Nacional, máximo órgano de decisión en asuntos de seguridad de Egipto, y ante el derecho "de defensa de la seguridad y estabilidad del pueblo".
Diversos gobiernos condenaron la decapitación masiva, aunque no todos coincidieron en el origen y solución del problema que representa la expansión del EI.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, condenó el asesinato, y expresó la solidaridad de la UE con el pueblo y gobierno egipcios.
Mogherini también señaló que esta acción "representa un duro recordatorio de la situación que viven los civiles en Libia, ya sean ciudadanos libios o inmigrantes y cualquiera que sea su fe".
También el papa Francisco expuso su pesar. "Me permito recurrir a mi lengua materna", puntualizó el Papa en castellano antes de concluir la audiencia con el moderador de la iglesia de Escocia (Reformada), John Chalmers, "para expresar mi sentimiento, hoy, tras la ejecución de los cristianos coptos por el solo hecho de ser cristianos".
"Recordemos a estos hermanos muertos por el sólo hecho de confesar en Cristo", manifestó Jorge Bergoglio, según citó la agencia de noticias ANSA.
Por su parte, el gran Mufti de Egipto, la más alta autoridad islámica del país, condenó duramente la decapitación de los coptos, informó la agencia de prensa Mena.
"Los asesinos merecen la maldición de Alá", dijo el Mufti, pidiendo a las naciones árabes y a la comunidad internacional que reaccionen "seriamente" contra "estos criminales".
El reino de Arabia Saudita, donde la ideología wahabita de la que deriva el pensamiento del EI es oficial, condenó con firmeza "la acción criminal", exigió erradicar la financiación del EI y llevar a cabo ataques directos contra los lugares específicos que controla.
La cancillería argelina -país limítrofe con Libia, que atravesó una cruenta guerra contra el islamismo radicalizado durante la década de 1990- instó a la comunidad internacional a concertar esfuerzos para "poner fin a la serie de crímenes abominables que reflejan la barbarie y la brutalidad de sus autores".
El Gobierno sirio, que enfrenta también al Estado Islámico en su territorio también condenó la ejecución. En un comunicado oficial, la cancillería siria calificó de "crimen atroz" la decapitación de los egipcios y destacó que esta acción "confirma la naturaleza terrorista de esos grupos", y reclamó la cooperación mundial contra ellos, informó la agencia de noticias EFE.
El presidente ruso, Vladimir Putin, que en su momento afrontó también una ola de islamismo armado, condenó "tajantemente" el "monstruoso crimen", convencido de que sus "ejecutores y autores serán detenidos y castigados como lo merecen", señaló un comunicado del Kremlin.
Su viceministro de relaciones exteriores, Mijail Bogdanov, afirmó además que estos acontecimientos son "consecuencia de los actos de los socios de Occidente".
Pero portavoces del gobierno rebelde libio de cuño islamista establecido en Trípoli, si bien se sumaron a las críticas atribuyeron el crimen -que su ministerio de defensa puso en duda- a que Egipto "quiere exportar sus problemas al extranjero" con una "agresión de la soberanía de Libia".
El portavoz del Consejo Supremo para la Defensa de Trípoli, Mohamad Abdul Kafi, anunció que presentará "quejas urgentes a la ONU y a las organizaciones internacionales de derechos humanos" contra el presidente egipcio y sus "tropas brutales".
El enviado egipcio, tras recalar en Nueva York, viajará a Washington para participar en la Cumbre de Lucha Antiterrorista, que se celebrará los próximos 18, 19 y 20 de febrero, donde advertirá de que sin "una intervención firme para frenar a los grupos terroristas en Libia habrá una clara amenaza" para la seguridad y la paz internacionales.
Fuente: Télam