El Gobierno avanza con una reforma de la ley de coparticipación federal que contemple un reparto más equitativo de los fondos que recauda el Estado. No será tarea sencilla para el presidente, Mauricio Macri , ya que para modificar la norma necesita el acuerdo de todas las provincias. Por eso, el Gobierno prepara una oferta para seducirlas: ninguna tendrá que ceder un solo peso.
Modificarán el reparto de fondos a las provincias
Gobernadores, entre ellos Bordet, están citados para discutir el nuevo régimen de coparticipación
17 de enero 2017 · 08:54hs
El plan que puso en marcha un equipo que lidera el ministro del Interior, Rogelio Frigerio , tiene como premisa que "ningún protagonista pierda". Ese será el principal argumento de la Casa Rosada para convencer a los gobernadores, a quienes convocó para el 2 de febrero con el objetivo de discutir el futuro régimen de coparticipación, una reforma impositiva integral y las paritarias.
"Tenemos que tener un acuerdo con las provincias no solo para empezar a reducir la tremenda carga impositiva que tiene el país, sino también para mejorar la calidad de nuestros impuestos. Arrancamos hace unos meses con los gobernadores, con un acuerdo para avanzar y poder discutir este año una nueva ley de coparticipación", dijo Frigerio a La Nación.
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Deuda de larga data
Deuda de la democracia desde la sanción de la reforma constitucional de 1994, la ley de coparticipación nunca se trató por dos factores: los distintos gobiernos nacionales utilizaron la distribución de recursos como una forma de disciplinamiento y las provincias beneficiadas por la actual norma no querían ceder.
Entonces, ¿qué incentivos les dará Macri a las provincias para que ahora sí accedan a debatir una nueva norma que regule el reparto de la recaudación?
En el Gobierno insistieron en que ninguna provincia perderá los beneficios que percibe hoy por el régimen de coparticipación, pero deberán mejorar sensiblemente la administración de los recursos.
Según el plan, el Gobierno propondrá "utilizar la metodología de las capacidades fiscales y necesidades de gasto, pero deberá ser consensuado". ¿Qué significa eso? La cuenta sería así: primero se calculará lo que cada provincia necesita gastar para mantener la calidad de los servicios que ofrece y lo que debería recaudar de recursos propios para financiarlo. La diferencia entre una y otra cantidad determina el reparto de la coparticipación.
En el trabajo que les presentarán a los mandatarios provinciales se destaca que lo que se reordenará con la nueva ley es lo que se recaude de más. Y el Gobierno quiere que la nueva norma se actualice sola.
Si bien el reparto en la actualidad debería ser un 57% para las provincias y un 42% para la Nación, lo cierto es que no ocurre de esa manera. La participación efectiva que reciben las provincias del total de los recursos nacionales recaudados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) es del 29%. Esa inequidad es la que busca terminar la administración de Macri. Este año la estimación es que serán transferidos a las provincias 731.084 millones de pesos, un 29,2% más que en 2016, según un informe del Cippec.
Incluso, desde que en mayo último Frigerio logró firmar el acuerdo con todos los gobernadores para el reintegro del 15% de coparticipación que se descontaba para financiar la Anses, hubo un acuerdo entre la Nación y las provincias para comenzar a evaluar una nueva norma de coparticipación.
Si bien en el Gobierno son conscientes de que será complicado generar consensos en un año electoral, el plazo para llevar un nuevo marco regulatorio al Congreso es de entre 12 y 18 meses. En el debate parlamentario tendrán participación, las universidades, los oficialismos y la oposición de cada una de las jurisdicciones provinciales, lo que demandará un extenso trámite.