Gerardo Iglesias/ De la Redacción de Uno
Desde el pasado lunes, un grupo de madres se puso al frente del merendero del club, un sueño de muchos de los que han pasado por el fútbol infantil del club, que nunca se pudo concretar. Hoy, madres de los gurises de las categorías menores del club del Puerto Viejo comienzan a llenar las grandes ollas cuando el sol va dejando las tardes, mientras la gurisada corre detrás de la número cinco en las canchitas, metros más abajo, en la cancha principal o en las que se levantaron, encajonadas por la subida al Faro y la misma cancha de los grandes.
Más de 60 chicos del fútbol infantil del Sureño se sientan, luego del entrenamiento, para compartir con sus compañeritos una taza de chocolatadab con alguna que otra factura o galleta, ideal para capear también los tiempos helados, en todos sentidos, que estamos viviendo.
Entre las que llevan adelante esta movida, solidaria, necesaria, aparecen apellidos de fuerte pertenencia con el barrio como Miño, con Ana y Roxana, Ana Tamburlini, Graciela Gallarraga, Natalia Mosca, Silvia Casas, Lucrecia Ramírez, Ayelen Villa. Pasado y presente en el club. UNO las encontró revolviendo la olla grande, a fuego lento, ceremonia que repiten de lunes a viernes. Arrancamos el lunes para todos los chicos” cuenta Roxana mientras no cese de revolver la leche, que estará a punto para cuando lleguen los primeros jugadores.
“Salió de improvisto. El lunes apareció una madre que tenía unos cartones de leche. Mi hermana encontró las tazas, el chocolate. Y así salió el primer día. Si nada para comer”. La primera merienda fue solo leche pero aparecieron los infaltables panes, facturas y churros “el resto de los días fueron apareciendo más cosas” y ahora la taza va con compañía, para que sea más alimento para los pibes.
Y los gurises van llegan, por categoría, sentándose, tranquilos, felices, contenidos, disfrutando entre ellos también fuera de la cancha, sintiéndose parte importante del club que los convoca. Provienen del barrio de influencia del club, del barrio vecino y hermano como lo es La Concepción, y de otros también. Mientras sus papas o hermanos esperan que culmine la ceremonia, ellos disfrutan y comentan jugadas o imaginan futuros goles y partidos que los tendrán como protagonistas.
Con la movida ya en marcha, el apoyo y la solidaridad del resto del club, del barrio y del municipio no tardaron en llegar. Así, entre todos se va reforzando las meriendas, se va acumulando las reposiciones necesarias, para que los pibes sigan disfrutando de ese momento para ellos. Las donaciones o aportes se reciben en la secretaría del club o en cualquier momento de la tarde, en algunas de las canchitas que se levantan unos metros más abajo. Los gurises de las infantiles de Parque agradecerán la mano solidaria.
El recuerdo
“Tu misión en este mundo terminó, pero tú legado está presente en todas nosotras y estamos agradecidas por todo lo que hiciste, te recordaremos toda la vida. Por eso la mejor manera de recordarte es que estés presente en nuestro merendero y en cada sonrisa de los chicos!! Siempre presente Laura Guinsel”. Así recuerdan las promotoras del merendero, llamando con el nombre de Laura Guinsel, quien falleciera, junto a su familia, en un accidente ocurrido este año en el Uruguay.
Merienda, solidaridad y la sonrisa de los gurises
Parque Sur, de Concepción del Uruguay, sigue reafirmando sus fuentes, su pertenencia, su categoría de club de barrio, ese club que siempre supo ser.
12 de junio 2016 · 18:59hs