María Belén Galetto tenía 24 años cuando la mataron de 8 disparos el 9 de febrero de 1998 en Catamarca.
Dos años más tarde, su esposo, el empresario Pablo Fernando Angelina, fue condenado a 18 años de prisión por el crimen. Estuvo preso. Y hace tres años quedó en libertad. Cayó detenido algunas veces por robo y tráfico de rodrocrosita, un mineral que se utiliza en joyería.
Hasta que finalmente conoció a Luciana Farías. Él, 49, y ella, 27. Se casaron el 28 de septiembre y se fueron a vivir a Buzios, un paraíso brasileño frente al mar, hasta que el martes a ella encontraron ahorcada en el departamento que compartían. Había fallecido el día anterior.
Con semejante antecedente, las miradas apuntaron contra Angelina, pero la policía no lo arrestó. Y el cónsul argentino en Río de Janeiro, Alejandro Suárez Hurtado, informó a la agencia Télam que el cuerpo de la mujer fue hallado colgado de una cuerda en una casa en la que vivía con su pareja desde hace un mes y que "existe una sospecha de suicidio".
Incluso el propio Angelina hizo su descargo: declaró a Télam que las pericias fueron "contundentes" respecto a que la joven se ahorcó con "una soga", que dejó "una carta" en la que explicó su decisión y que la Policía a él le dio la "libertad inmediata".
"Estoy casi sin vida, no puedo más", dijo. "Recen por mí y por el alma de Luciana, no puedo más", agregó. También confirmó que enterró los restos de Luciana en Buzios y no en Catamarca, como quería su familia.
El Ancasti divulgó una serie de audios en los que se escucha a Angelina diciendo "amaba" a su esposa, que "sólo Dios sabe qué la llevó a tomar esa decisión" y que Luciana le había robado dinero a su madre para comprar drogas.
En la familia no están de acuerdo con la versión del suicidio. En principio hubo cautelar. "No sabemos bajo qué circunstancias falleció. Estamos esperando que desde el consulado nos den la autorización para poder viajar, tampoco sabemos cuándo falleció", sostuvo un familiar.
Pero el abogado que los asesora, Luciano Rojas, advirtió que se trató de una "muerte dudosa" y que las primeras informaciones indican que fue "violenta". Y el hermano de Luciana fue contundente. Se trata de Carlos Alberto "Narigón" Farías, condenado en dos ocasiones por robo. En su muro de Facebook fue muy agresivo con Angelina, a quien culpó por el crimen.
Es que justamente en Facebook donde Angelina escribió una serie de comentarios que llamaron la atención.
El 31 de enero Luciana posteó su última foto, en la que estaba junto a Angelina. Al otro día, él escribió que le habían robado el "chip" de su teléfono.
"Recuerden que me encuentro en otro país y es grave no poder comunicarse", aclaró.
El 2 enero posteó distintas frases a lo largo del día, como "Esperanza!!! Confío en que Dios me ayudará",
"A seguir luchando, Dios hará reflexionar y obrará", y "Guardaré mi dolor, el año no comenzó nada bien y sigue dándome batalla... trataré de poner todo para salir de lo que es un laberinto, Dios nunca me abandonó, sé que puedo contar con ustedes".
Finalmente el 3 de enero cambió su portada por una imagen de un crespón negro. Y redactó: "Cómo te extraño mamá. Luciana lo necesita. Para mi paciencia y paz". Poco antes había encontrado sin vida a Luciana.
Fuente: Infobae / El Ancasti.