En el lanzamiento del curso Fortalecimiento del diseño en emprendedores de base social que se realizó ayer en una de las aula de la Facultad de Ciencias Económicas, se enfatizó sobre uno de los problemas que descubrieron después de analizar la situación: los emprendedores necesitan animarse a dar el paso para caminar hacia la próxima estación.
Lo ideal es que el objetivo final sea convertirse en un pequeño empresarios que suba la vara aún más alta y quiera tener su pyme.
En el país ya no es una utopía pensar en completar el camino porque hay casos exitosos que lo demuestran.
En la senda de los emprendedores apareció un atajo que les servirá para sumar conocimientos, escuchar a sus pares que tomaron decisiones acertadas, conocer sus falencias y animarse a buscar un concepto. “Escuchar a Jorge Moragues te parte la cabeza al medio. Es una persona que te habla de la inspiración, en general”, enfatizó la diseñadora de indumentaria Solange Franco, que es una de las emprendedoras que trabajó junto a Silvina Ferreryra, la vicedecana de la Facultad y responsable de la Secretaria de Extensión, en la idea del curso que comenzará el viernes 28.
En la rueda de prensa, la contadora Ferreyra aclaró que uno de los puntos clave está en entender que “cuando se habla de fortalecimiento de diseño es para todos, no solo para los de indumentaria”.
En la Facultad aclararon que la capacitación es para “emprendedores y artesanos de las distintas áreas del diseño que formen parte de la Economía Social”.
Para poder participar hay que tener emprendimientos en marcha para que el contacto sea lo más fluido posible entre el que entrega la capacitación y el responsable del emprendimiento. Es una oportunidad para compartir, entre otras cosas, el proceso de creación.
En estos tiempos cuidar la imagen y mejorarla, si es necesario, se vuelve fundamental para la utilización de las herramientas tecnológicas y explotar las posibilidades de las redes sociales.
También abrirán la chance de poder escuchar casos exitosos. “Que te cuentan historias que de otra manera no tenés manera de conocer”, agregó la ingeniera Patricia Srebernich, que tiene en marcha su producción de objetos en vitrofusión.
Las inscripción está abierta al curso de capacitación y todavía quedan cupos disponibles. Hasta ahora los interesados llegaron desde la indumentaria, en mayor medida, objetos, accesorios y por último, la gráfica.
Estos últimos años se multiplicaron las ferias en diferentes espacios de la ciudad porque aumentó la cantidad de emprendedores que salen a ocupar un mercado ventajoso. En donde las ventas son directas al público y además conocen las necesidades. Hablando con los consumidores pueden saber qué buscan y planear las producciones futuras.
Por ahora los creativos de indumentaria y los diseñadores de objetos entendieron que la expansión está basada en el conocimiento.
Conocer lo que pide el mercado, se aprende: “Una de las fallas que me marcaron es que tenía que trabajar en base a un conjunto de piezas. El cliente, muchas veces, quiere una colección”, insistió Srebernich. En Santa Fe, la diseñadora industrial Paola Cirelli, le pidió que trabaje un concepto.
Cirelli abrirá los módulos el 28 de agosto con su presentación que se basará en Producción. Taller de la idea al producto.
Invitación
Ferreyra describió vía correo electrónico, la importancia que tiene el curso en una economía social que necesita dar el salto. “El emprededorismo se ha convertido en una alternativa económica. Los gobiernos (nacional, provincial y municipal) disponen de organismos que financian mediante microcréditos, incorporación de tecnología y otras herramientas; proyectos innovadores para que se conviertan en fuente de empleos”.
En la Secretaría de Extensión de Ciencias Económicos se dieron cuenta de que: “Los diferentes organismos carecen de un área de diseño que asesore a emprendedores sobre cómo potenciar la identidad de su producto o servicio. Eso explica por qué tantos productos locales y nacionales salen de estos organismos con calidad para competir, pero sin una imagen que los ayude a posicionarse en el mercado. Así, por su imagen deficiente se identifican como productos de mala calidad cuando en muchos casos superan a otros ya instalados. En otros países (y en algunas zonas de la Argentinas también) el diseño está entendido como un factor medular dentro del desarrollo de un producto y, justamente desde el mismo, depende su éxito”, detalló Ferreyra, que destaca los cursos como fundamentales para potenciar a los emprendedores de la región.
“Es necesario tener presente que el cliente no compra por un sentido de interés compasivo hacia el emprendedor; el producto tiene que tener un precio competitivo, una estética agradable, ser funcional y útil. El producto solo puede comercializarse si es atractivo para los consumidores, es decir, si la técnica tradicional está adaptada y diseñada para satisfacer el gusto y las necesidades del consumidor contemporáneo. Los emprendimientos no pueden ser viables económicamente si no se pueden comercializar y aquí es donde la intervención en el diseño desempeña un papel crítico que asegura esta viabilidad al armonizar técnica con función”.
“El curso es una herramienta para el emprendedor, que desea seguir creciendo y mejorando día a día. Que busca posicionarse en el mercado y obtener éxito en su negocio”, puntualizó Ferreyra.
Algunos datos importantes
La inscripción se realiza enviando una carpeta electrónica con los antecedentes y descripción del emprendimiento a: [email protected].
En total son cinco módulos y el costo es de 100 pesos por cada uno y 400 si se inscriben en todos.
Los emprendedores de la región tienen que animarse a dar el paso
Llegaron a esa conclusión en Ciencias Económicas, que presentó una nueva capacitación
7 de agosto 2015 · 06:20hs