En la actualidad la Escuela de Fútbol Felicitas, se encuentra a cargo de Luis Sosa y Ema Franco, quienes tienen a cargo más de cuarenta chicos, que a diario aprenden a jugar a la pelota. No todo es fútbol, porque además los entrenadores les enseñan a tener un buen comportamiento durante las prácticas y en la vida.
Los chicos del Pancho disfrutan del fútbol en la Escuela Felicitas
Luis Nene Sosa y Ema Franco, están a cargo de la escuela de fútbol que funciona en el polideportivo del barrio Francisco Ramírez, de Paraná.
21 de septiembre 2016 · 18:42hs
Fue una idea entre hermanos, que con el tiempo fue tomando color y llegó a concretarse. Luis Nene Sosa y Pablo Pituta Sosa, dieron inicio a la escuela de fútbol del barrio Pancho Ramírez, donde de a poco los chicos del lugar comenzaron a sumarse.
Los chicos entrenan lunes, miércoles y viernes, de 17.30 a 18.30, donde disfrutan de compartir buenos momentos, con los amigos del barrio. La escuelita es para chicos y chicas, la inclusión es lo más importante en los tiempos de ahora.
El nombre de la escuelita es muy especial, para ellos y todo el barrio. Felicitas Sosa, sobrina de Luis y Pablo, falleció en un accidente de transitó el 27 de abril de 2013, en el puente de calle Laprida, en Paraná. "Para nosotros es muy lindo que la escuelita lleve el nombre de ella", expresó Nene Sosa.
"Desde el día que empezamos con las prácticas lo hicimos pensando en los chicos del barrio, para que ellos puedan tener tres días a la semana para entrenar y entretenerse", agregó el DT.
Con el correr de los meses, hay chicos que se suman y también llegan las colaboraciones, de la gente que se va enterando y aporta su granito de arena. Los técnicos tuvieron el aporte de pelotas, conos y pecheras para que los chicos puedan entrenar. "Soy un agradecido a las personas que llegan al barrio para donar material de entrenamientos, es para los chicos y ellos los disfrutar", comentó Sosa.
Por último, ellos no solo hacen fútbol, si no que también disfrutan de una merienda. Luego de cada entrenamiento, los chicos son trasladados a la sede del Club Atlético Banfield para compartir una cholatada y facturas.