Bajo una llovizna tenue y fina, solo se realizó una ofrenda floral en el monumento a San Martín de la Plaza 1° de Mayo de Paraná. Fue por el 165º aniversario del fallecimiento del padre de la patria. Como custodios de una réplica exacta de su sable corvo, símbolo de la comandancia de un ejército libertador, una división de los Granaderos a Caballo participó del acto que finalmente no fue como estaba planificado; la justificación estuvo centrada en las condiciones climáticas.
Estuvieron presentes monseñor Juan Alberto Puiggari, la intendenta de Paraná Blanca Osuna, el secretario de Cultura de la provincia Roberto Romani, concejales, referentes de las Fuerzas Armadas, algunas escuelas y vecinales de los barrios de la Capital Provincial. También y debajo de los escalones con una bandera de Entre Ríos, Blas Jaime, último cacique Chaná, esperó hasta el final del acto para sacarse una foto con la réplica del sable corvo, acto que también repitieron algunos funcionarios y vecinos que llegaron hasta la Plaza.
De fondo y atrás, la Bandera Argentina, a media asta, apenas podía flamear húmeda por algunas gotas y el toque de silencio puso firmes a los militares presentes, bajo la orden concreta de sus jefes.
“San Martín es una gran motivación, teníamos pensado un acto importante, pero bueno, el tiempo nos jugó una pasada que no nos permite hacer eso. De todos modos siempre conmueve su figura en terminos históricos con los pliegues de su personalidad, manifestaciones diversas y riquísimas, frente a nosotros y desde la historia mirándonos”; dijo la Blanca Osuna y agregó: “Fue un hombre que supo elegir el camino más difícil y que sin embargo nos dejó un legado maravilloso de valentía y de inteligencia en lo militar, de conceptos de soberanía en lo político y en lo social, una maravilla de persona comprometida con la educación de sus pueblos”.
El acto estaba previsto para las 10. Empezó a las 10.10 y a las 10.20 había concluido.
Homenaje
Luego de la entrega de las ofrendas florales, Roberto Romani, secretario de Cultura de la provincia, destacó que el primer homenaje en el mundo a San Martín se lo brindó el pueblo de Entre Ríos. El mismo y que fue dispuesto por un decreto de Justo José de Urquiza para el 16 de julio de 1851.
“Fue antes de que se cumpliera un año de la muerte de San Martín. Además tenemos la dicha de que el Tambor Mayor de Orden de su Ejercito, Bruno Alarcón, que murió en Gualeguay el 16 de mayo de 1880, descansa en suelo entrerriano y es motivo de ese homenaje permanente. Nosotros decimos que en los cielos define, Bruno Alarcón, la carga de emoción y de recuerdos. Por eso te debemos la fortaleza de nuestras almas, la consagración del maestro, el desafío cotidiano de los obreros del alba y por los siglos de silos siglos, le debemos la sonrisa de la patria”, sostuvo Romani y destacó que en esa figura se le rinde también, un homenaje a cada uno de los 5.000 hombres que acompañaron y fueron parte el cruce de la Cordillera de los Andes para la liberación de medio continente.
Pieza simbólica que atrajo a los presentes
Una de las particularidades de la jornada fue sin dudas la réplica del sable corvo de San Martín, expuesta frente a su monumento en la plaza de Paraná. En Buenos Aires se encuentra el original, en el Museo Histórico Nacional, donde fue trasladado y escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo de Palermo. Ya lo visitaron más de 22.500 personas.
Roberto Romani, explicó que el sable corvo es el elemento, la pieza, militar de conducción de la tropa. “Ese sable –por el que fue presentado en la capital provincial–, es la réplica del que está custodiado en Buenos Aires y se presentó con un acto que presidió la Presidenta”, aclaró.
También agregó que San Martín dejó en su testamento que al mismo se lo entregaran a Juan Manuel de Rosas. “Fue por la defensa de la soberanía que se concretó en la Vuelta de Obligado contra las fuerzas de Francia y de Inglaterra juntas. Pero con el sable, lo más importante es tener vivo el legado de San Martín y su pensamiento. Cuando decía ‘soy un instrumento de la justicia y la causa que defiendo es la causa del género humano´”, destacó Romani a UNO.
También dijo que una de las frases de San Martín que lo distinguen es aquella donde manifestó que todo buen ciudadano tiene la obligación de sacrificarse por la libertad de su país.
El pueblo chaná, presente
Entre los presentes en el homenaje de ayer, estuvo Blas Jaime, el último cacique vivo del pueblo chaná quien dijo a UNO: “El día no ayudó. San Martín era descendiente aborigen, porque su madre era india y entrerriana, porque Yapeyú, en ese tiempo, era de Entre Ríos”.
Contó que al pueblo chaná los españoles los hicieron desaparecer en 50 años y que era una comunidad guerrera y muy fuerte. “Hasta las mujeres eran guerreras. Siempre pelearon por la independencia y lo hicieron junto a los caudillos como Artigas y Pancho Ramírez”, remató.
La simbólica pieza que atrajo a los presentes durante el acto en homenaje a San Martín
Se trata de la réplica del sable corvo del General José de San Martín. El original se encuentra en Buenos Aires.
18 de agosto 2015 · 07:19hs