Es martes por la mañana y el clima está inestable, un viento moderado combinado con humedad y unas gotas que caen esporádicamente hacen de la jornada, un frenesí de sensaciones. En el kilómetro 17 de la ruta nacional 18, hay un paraje con numerosas casas. Cada una tiene su identidad estampada en su fachada: una con estatuas de cisnes, otra con dos ruedas de madera de una carroza antigua y otra con variedad de flores de colores alrededor de la puerta. Esta vivienda pertenece a María Fernanda Parcerisa, una paranaense de 37 años que es ingeniera agrónoma y que lleva adelante un vivero en donde cultiva plantas sin suelo y con disoluciones minerales.
Una paranaense lleva adelante un vivero en donde cultiva plantas sin suelo
Por Lucila Tosolino
El vivero de Fernanda
Bien predispuesta y atenta, Fernanda espera a UNO para hablar de su proyecto en base a hidroponia, un método que consiste en la producción de plantas en cañerías de pvc donde circulan agua y nutrientes.
El vivero es amplio y agradable. La estructura de madera y plástico transparente está atravesada por unos diez caños por los que circula una solución nutritiva y equilibrada disuelta en un taque de agua que se distribuye directamente a las plantas de lechuga criolla y mantecosa y rúcula.
Fernanda nació en Paraná hace 37 años y estudió ingeniería agronómica en Córdoba. Una vez que se recibió, trabajó en esa provincia por un tiempo en el campo y luego regresó a Paraná por cuestiones personales. Ya instalada en la capital entrerriana, a la profesional le surgió la necesidad de ir más allá, de innovar y de emprender su propio proyecto.
Es así que la mujer armó su propio vivero en donde cultiva plantas sin suelo. "La hidroponia es una forma de cultivar en espacios reducidos", cuenta y continúa: "Frente a estimaciones mundiales que hablan de escasez de alimentos y recursos, esta técnica puede ser una alternativa muy interesante".
Hidroponia
Fernanda cuenta que el cultivo hidropónico o cultivo sin suelo es la mejor manera de tener un control total sobre el crecimiento saludable de las plantas.
"Este tipo de cultivo se realiza en recipientes donde se colocan nutrientes del tipo lana de roca, arena, fibra de coco, perlita y demás sustancias específicas que se adquieren en comercios especializados, capaces de portar los alimentos que cada planta necesita. El elemento principal en este sistema de cultivo es el agua, por eso lo más importante es procurar un sistema de riego adecuado", detalla la profesional y cuenta que este tipo de cultivo es limpio o no genera desperdicios.
Al respecto, se sabe que el cultivo hidropónico consiste en un sustrato (generalmente arcilla expandida, vermiculita o lana de roca) al que se suministra agua con los nutrientes incorporados y que puede ser regado continuamente siempre que el líquido sea drenado y no inunde el sustrato para aprovechar al máximo el agua. Las ventajas obtenidas por este método de cultivo son la rapidez en el crecimiento y maduración de la planta, pudiéndose acortar los ciclos en un 60% respecto a los de la misma planta en su entorno natural.
Además, Parcerisa indica que la palabra hidropónico viene de "hidros", agua y "pones", trabajo. Y este cultivo tiene muchas ventajas. "La técnica del cultivo sin suelo son las siguientes: provee a las raíces en todo momento de un nivel de humedad constante, independiente del clima o de la etapa de crecimiento del cultivo, reduce el riesgo por excesos de irrigación, evita el gasto inútil de agua y fertilizantes, asegura la irrigación en toda el área radicular, reduce considerablemente los problemas de enfermedades producidas por patógenos del suelo y aumenta los rendimientos y mejora la calidad de producción", enumera la ingeniera agrónoma.
Va por más
Fernanda instaló su vivero sola y a diario le dedica horas a su cuidado. Ella cuenta que es un emprendimiento propio que derivó de sus ganas de ir por más, de cambiar lo que venía haciendo y de buscar otras alternativas para el cultivo.
"Investigué y estudié mucho para así interiorizarme en el método. Lo cierto es que en Entre Ríos y en otras provincias de la Argentina no está tan instalada esta técnica de cultivo como sí en otros países de Europa o Medio Oriente", cuenta la joven y detalla que "si bien hace poco empecé con este vivero, tengo ganas de ir por más con este emprendimiento y crecer. Quiero crecer, expandirme para así vender mis productos al mercado local".