Enseguida a uno le daban ganas de ponerse a armar un modelo de lo que sea: un barco, un avión, un tanque de guerra, un ferrocarril entero. Ayer cerró una exposición que fue visitada por padres que llevaron a sus hijos o por hijos que acompañaron a sus padres. Fue en el Hotel Círculo y se trató de una iniciativa diferente en el último fin de semana de las vacaciones.
Una exposición de modelismo que en Paraná creció sin escalas
Barcos, aviones, tanques de guerra, soldados, ferrocarriles y figuras de ciencia ficción entre otras maquetas, fueron presentadas ayer en una muestra que atrajo a grandes y chicos por igual. Instaron a estudiar para conocer la historia
Por Pablo Felizia
25 de julio 2016 · 08:06hs
Sergio Dubini y Guillermo Barreto fueron los organizadores de la II Exposición de modelismo y coleccionistas a escala. La muestra anterior la hicieron en 2015, en 2017 realizarán la III. Es que la iniciativa es a pulmón; como entrada pidieron la colaboración de un alimento no perecedero par ayudar a alguna institución que necesite.
Entrar al salón fue como volver a ser chico, de hecho eran los grandes, celulares en mano, los que se acercaban a cada modelo para sacarles fotos. Hubo de todo, hasta armaduras y espadas medievales realizadas en tamaño real por Roberto Medrano, uno de los expositores. "Es para que la gente se interiorice en la historia, son modelos de guerra de hasta 2.000 años", dijo a UNO.
Además de esos cascos con mayas metálicas que se ven en las películas de época, las espadas tenían el peso y la forma real. En el medio del salón había tres barcos antiguos a escala con todos sus detalles, un trabajo digno de exposición y admirado por quienes llegaron hasta la muestra. Además había dos aviones, uno de ellos de 1,8 metros.
Pero la exposición también contó con figuras de ciencia ficción realizadas con masilla a mano y de cera. Tan bien hechas estaban que si uno tomaba distancia advertía hasta la expresión de los rostros.
Orlando Questa fue otro de los expositores y su especialidad son los ferrocarriles. Además de conocer el origen de las propias maquetas –algunas muy difíciles de conseguir, otras debió comprarlas por partes y por Internet–, sino que además sabe de la historia de esos trenes reales, de los modelos de las máquinas, de sus inversores, del daño de las privatizaciones y por supuesto, de la importancia que han tenido en la historia para los pueblos del interior del país. Al menos es lo que uno podía aprender ayer con solo acercarse a su puesto. Las escalas de sus máquinas eran de 1/87, es decir 87 veces más pequeñas que las reales. "Es que a los 4 años ya estaba en un taller del ferrocarril en Strobel y veía esas locomotoras, me quedó la magia del tren", comentó.
En total hubo 12 expositores con más de 300 maquetas. Sergio Dubini, dijo algo que se corroboraba a simple vista: "La gente está conforme y los chicos que vienen se entusiasman con esta actividad". Habría que agregar que los grandes también, porque a un costado se vendían maquetas para armar y los adultos también consultaban los precios. Especialista en la materia, contó que lo mejor es empezar con aviones pequeños y más fáciles para luego aumentar la complejidad. Un padre o una madre con un niño de 8 años en promedio pueden juntos dar los primeros pasos. Es importante que el chico esté acompañado de un adulto por la utilización del pegamento.
Después hay maquetas que entusiasman más que otras y aparecen tanques, aviones de otros portes, trenes, autos y barcos. Las más simples cuestan 55 pesos, los otros 500 y hasta 900 . Solo se necesita una trincheta, lija fina, pegamento y con pintura acrílica común ya alcanza.
"Lo más importante es acompañar a los chicos para que estudien y lean sobre la historia de la maqueta que realizan. Eso ayuda para poder aprender y saber elegir bien los colores y los detalles que tendrá aquello que se haga", remató Dubini. Y claro, enseguida a uno le daban ganas de ponerse a armar un modelo de lo que sea.
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Artistas de las réplicas pequeñas
Guillermo Barreto, uno de los organizadores, contó que realiza figuras de animé y de personajes de Star Wars a escala, las hace con masilla. "Son de ciencia ficción y para poder hacer cada una tenemos que estudiar mucho. Elegir los colores exactos y las formas ya es todo un tema", dijo.
También hizo, y estaban en exposición, soldados argentinos de pie en plena guerra de Malvinas; las réplicas eran para aplaudir. "Además de los colores tenemos que conocer la vestimenta, el armamento de la época , todo lo que se necesita para que parezcan reales".
Tenía en exposición incluso un traje replica exacta de un soldado de Star Wars avalado a nivel internacional con el que realiza actividades solidarias para niños. Barreto, al igual que los demás expositores, estaba contento con la convocatoria. "Además de ser un pasatiempo tenés que investigar mucho y más cuando todo está hecho desde cero, más allá de que también se pueden comprar kits completos", destacó.