Carlos Matteoda/ De la Redacción de UNO
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Diferentes sitios de noticias destacaron en los últimos días el caso del intendente de Viale que, junto a funcionarios y vecinos, salió a cortar el pasto en algunos lugares públicos. El hecho ocurrió hace varios días y todavía aparece como noticia reciente: la circularidad informativa de enero es así. El encargado de prensa del municipio podrá atribuirse haber mantenido como noticia durante varios días un hecho relativamente menor.( Sin ir más lejos, yo tengo que cortar el pasto en mi casa cada cuatro o cinco días, gracias a El Niño)
Los que conocen al intendente en cuestión no imaginan en absoluto un intento de utilización política de la noticia. Lo más probable, dicen, es que ante la ausencia de maquinarias para que los empleados municipales desarrollen el trabajo, haya decidido sacar su Severbom del galponcito y cortar un poco. Más vale eso que estar rascándose la panza en la oficina. Después lo vieron los funcionarios y algunos vecinos, y se sumaron.
Tal vez sí pensó Uriel Brupbacher que de esta manera podría retardar un par de días el reclamo airado de esas vecinas que sí o sí se encuentra a diario en la panadería, la farmacia o en misa - porque afortunadamente los pueblos chicos o medianos como Viale son así- quienes le iban a reclamar seguro por el creciente yuyal.
En Viale, la nueva gestión de Cambiemos (casi todos son radicales) denunció al asumir que el municipio estaba casi desmantelado y sin posibilidad de llevar adelante los mínimos servicios, entre ellos el desmalezado. Solicitó la declaración de emergencia, pero el Concejo Deliberante mandó el proyecto a comisión.
Más allá del “color” que tiene la noticia, y aún suponiendo que no fue la intención del intendente y de los funcionarios generar un hecho político-periodístico de magnitud; no deja de tener un trasfondo no tan inocente. Aquello que uno percibe detrás de la acción que está a la vista, y ese trasfondo denota cierta demagogia. Los ciudadanos de Viale no le pagan el sueldo que le pagan al intendente para que corte los yuyos. De hecho, si su tarea fuera cortar el pasto, cobraría menos; y la única explicación de haber tenido esa actitud sería considerarla un gesto político destinado a motivar al resto de los trabajadores municipales.
Insisto, aún no siendo la intención de lograr un lugar destacado en las noticias, ya que es cierto que las fotos primero circularon por las redes sociales; uno podría preguntarse si el intendente va a bachear, va a construir cordones cuneta, si será guardavidas en el natatorio municipal, si cobrará las tasas; o si se va a dedicar a la conducción del municipio para lo cual lo eligieron.
Estas disquisiciones no apuntan a menoscabar el corte del pastito, pero es posible que si se lo sigue magnificando, mañana 15 o 20 intendentes agarren su bordeadora con la intención de ser retratados por los medios.
Y también es cierto, dicho sea de paso, que hay decenas de intendentes de pueblos chicos y presidentes de junta (estos últimos ad honorem) que realizan a diario tareas como cortar el pasto o manejar un tractor y la noticia nunca sale en ningún lado.
Si el intendente corta el pasto ¿qué hace el placero?
13 de enero 2016 · 08:25hs