A pesar del frío y la llovizna persistente en la capital entrerriana, barrio San Roque está revolucionado. En las inmediaciones a la esquina de Fraternidad y Ayacucho, donde se levanta la parroquia de San Cayetano vendedores ambulantes ofrecen distintos productos, como panes caseros, pasteles, tortas fritas, pochoclos, velas amarillas y también las tradicionales imagenes del patrono del Trabajo adornado con espigas de trigo.
Se suspendió la procesión de San Cayetano
En tanto en la puerta de la parroquia, voluntarios entregaban trozos de pan que luego iban a ser bendecidos por el padre José Carlos Badano, a cargo de la celebración de la misa.
Santo popular como ningún otro, a pesar de las inclemencias del clima una gran cantidad de creyentes se acercaron hasta el lugar para rogar por pan y trabajo o agradecerle los favores concedidos.
El padre Miguel Guarascio, párroco de San Cayetano, en diálogo con UNO confirmó que la procesión programada para las 15.30 se suspende. “No podemos armar los equipos de sonido”, explicó el religioso.
También anunció que caminará por entre la gente presente con la imagen para puedan saludarlo y pedirle sus bendiciones.
El sacerdote envió un mensaje a todos los cristianos: “Los santos nos ayudan a vivir nuestra vida cristiana. Por eso hemos elegido como lema este año Con San Cayetano renovemos nuestra fe, ya que el Papa Benedicto XVI nos invitó en su mensaje a vivir un año de fe en toda la Iglesia, desde octubre hasta noviembre de 2013”, indicó.
En cuanto a San Cayetano, el padre Guarascio mencionó que fue un hombre entregado a Dios. “Hoy en Argentina es el santo del Pan y del Trabajo, por eso es tan querido. El trabajo es fundamentasl para nuestra dignidad y crecimiento, es fundamental para la existencia humana”, reflexionó.
En 2011 unas 20 mil personas se acercaron hasta la parroquia para honrar al santo y este año estiman que concurrirán entre 10 y 15 mil personas.