Estar de vacaciones y sin las obligaciones de la época escolar, son factores que inciden en la conducta de los jóvenes que deciden abandonar sus hogares. Desde este abordaje la División Minoridad y Violencia Familiar trata de explicar el notorio crecimiento de casos de menores que se van de sus casas. El caso de Brisa Palma, la joven que estuvo desaparecida un día y regresó sana y salva a su hogar, revela un drama que aumenta silenciosamente en la provincia. Solamente en el mes de enero se recibieron 32 pedidos de localización, aunque la tendencia viene en alza desde diciembre de 2014. “Estas últimas dos semanas ha sido notorio el incremento de pedido de restitución. Aunque todas las cuestiones han sido resueltas”, informó la oficial principal a cargo de Minoridad, María Fernandez Ramírez.
Hubo un incremento notorio de chicos que dejan sus casas
Cuando se busca profundizar en este fenómeno, la Policía brinda datos que revelan un entramado aún más complejo. “En diciembre tuvimos muchas situaciones entre padres separados: no respetan acuerdos y regímenes de visitas. Se llevan a los chicos y sin avisarle a la otra parte. En el caso de los adolescentes se detecta una particularidad: dejan sus domicilios a una edad más temprana, que arranca a los 12 años y que va hasta los 17. “Son en su mayoría chicas que incursionan en relaciones de noviazgo, cuestión que no blanquean con los familiares. Muchas de ellas recién empiezan a salir y no tienen permiso”, remarcó la funcionaria policial.
Brisa, un caso testigo
Horas dramáticas vivieron los familiares de Brisa Palma mientras la adolescente de 14 años estuvo desaparecida en la zona sur de Paraná. La habían visto por última vez el miércoles a la mañana, cuando su madre la mandó con 10 pesos a comprar pan, en la zona de Miguel David y División de los Andes. Desde ese momento no se pudo dar con su paradero.
Tras 24 horas de intensa búsqueda, en la que participaron familiares, amigos y personal policial, se la pudo localizar a cinco cuadras de su domicilio, en perfecto estado de salud. Como siempre sucede en este tipo de casos son varias las versiones que se tejen sobre los motivos de la desaparición y la responsabilidad del entorno familiar. Su mamá, Marisa Báez, quiso dejar aclarado que su hija “no se fue con ningún novio”. Reveló que se encontraba en la casa de una amiga, en un complejo habitacional detrás de las vías en las inmediaciones de calle Miguel David. “Me envió un mensaje en la madrugada del jueves diciéndome que estaba ahí”, confió la mujer. Otro dato relevante aportado por la propia familia es que la joven habría tomado la decisión de irse por un entredicho que mantuvo con su madre. “Se fue porque estaba cansada de que le sacara el celular, la vigilaba mucho, porque tenía muchos contactos y uno nunca los conoce a todos”, agregó su mamá en comunicación con UNO. Explicó también que siempre le brinda un cuidado especial y que en lo posible trata que no salga.
Operativo de búsqueda
Apenas se denunció el pedido de localización de Brisa Palma, la Policía de Entre Ríos activó un operativo de búsqueda que incluyó diferentes rastrillajes y un allanamiento en barrio La Milagrosa. Por un mensaje enviado desde el celular de la menor los investigadores llegaron hasta ese punto de la ciudad, aunque no la pudieron encontrar. Finalmente apareció en perfecto estado de salud, con una mujer mayor edad que le ofreció su casa para quedarse. Luego de tomar contacto con sus familiares, la adolescente fue derivada a la División Minoridad, donde fue revisada por el médico policial, que constató su buen estado general. En el caso tomaron intervención el fiscal Juan Malvasio y el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia.
“Con un estado de vulnerabilidad”
La presidenta de la Red Alerta Entre Ríos, Silvina Calveyra, se refirió a la búsqueda de Brisa y a su posterior aparición, poniendo énfasis en que las víctimas de estos episodios “se encuentran en estado de vulnerabilidad y sus familiares desinformados de cómo actuar”. Sobre la chica cuyo paradero se desconocía expresó: “Decidió volver, no sabemos la causas o motivos, pero esto no importa demasiado porque nos preocupamos que aparezca la persona y no que se la revictimice”.
La activista recomendó que ante este tipo de situaciones se debe realizar la denuncia en forma inmediata, sin esperar que transcurran 24 horas. Además aconsejó que se deben tomar algunos recaudos, como por ejemplo, hablar con los amigos de la persona desaparecida, observar que pertenencias se llevó.
“Acá están fallando instituciones como el Copnaf, que por la falta de contención llevan a los jóvenes a fugarse de los lugares donde se encuentran. También incide en esto la problemática que atraviesan los trabajadores del organismo”, advirtió. Calveyra aseguró que aumentó la cantidad de casos de jóvenes que se van de sus domicilios. Puso a la costa del Paraná y del Uruguay como corredores donde el fenómeno se repite con mayor frecuencia. “Falta el tejido social y las redes sociales influyen negativamente”, esgrimió.
Sigue sin aparecer
Se busca en Villa Elisa y toda la región a Patricia Beytrisón, vecina de la ciudad de 34 años, que se ausentó el domingo por la mañana y de la cual no se tuvo más novedades. Es de estatura y peso mediano, tiene cabello castaño claro y ojos marrones. Al momento de su desaparición vestía una remera clara y bermuda marrón.
Se encuentra bajo tratamiento médico psicológico y requiere de medicación.
Se reglamentó en forma parcial la ley de trata
A dos años de la sanción de la Ley 26.842/12 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus víctimas modificatoria de la ley 26.364/08 en el Congreso de la Nación se reglamentó la mencionada norma, mediante Decreto Reglamentario 111/2015.
El artículo 1° de la norma establece que “los cuerpos policiales y las fuerzas de seguridad, de acuerdo con las facultades conferidas legalmente y los profesionales de los organismos de rescate y asistencia a las víctimas, dentro de sus competencias, deberán informar de inmediato la identificación de posibles víctimas al juez o fiscal encargados de la investigación”.
Además, la ley ahora reglamentada parcialmente procura que las víctimas de trata tengan un “primer contacto con profesionales especializados del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que actuarán junto a los cuerpos policiales y las fuerzas de seguridad intervinientes”.
Resguardar derechos
La normativa establece también que “toda víctima reciba información detallada, clara y suficiente” sobre el delito y su situación, además de la garantía de un “alojamiento apropiado” el que se entiende como “un espacio físico contenedor que proteja la seguridad e intimidad”.
La ley también prevé que las víctimas de trata tengan acceso a programas de empleo o cursos de formación laboral ofrecidos por el Ministerio de Trabajo y un asesoramiento legal gratuito a cargo del Ministerio de Justicia. El texto también le da poder al Estado para constituirse como querellante en los procesos judiciales y promueve el funcionamiento del Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y la Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas. Organizaciones de la sociedad civil celebraron la reglamentación de la norma y resaltaron que representa “un paso importantísimo”.