La foto que finalmente no pudieron tomarse Gustavo Bordet, Jorge Busti, Sergio Urribarri y Mario Moine el viernes en la inauguración del Museo de la Casa Gris iba a representar la aspiración que seguramente anida en el actual gobernador, la de tener un peronismo unido, no ya para pensar en la elección del año que viene sino en sostener la gobernabilidad, día tras día. Y aún estando en partidos distintos, porque se sabe que el peronismo es más que el PJ.
Foto difícil y las dudas peronistas
La foto no se hizo por una cuestión circunstancial, pero la aspiración de sentirse respaldado por sus compañeros es para Bordet una preocupación de todos los días. Está claro que el gobernador transita por una línea delgada en la relación con el gobierno nacional y que con el pasar de los meses esa línea va a ser todavía más angosta.
Los sectores que simpatizan con el kirchnerismo oscilan entre pensar que Bordet hace lo correcto para la provincia y criticarlo por ser un referente del Peronismo amarillo (macrista) . Los sectores no kirchneristas, por el contrario, oscilan entre criticar su tibieza para diferenciarse de los K y entender que se trata de mantener el equilibrio necesario entre las sectores del peronismo. Es probable que, actualmente, sean más severos los peronistas que los opositores al evaluar al gobernador entrerriano.
Lo cierto es que mientras el concordiense trata de usar el tiempo de buena sintonía con el macrismo para acodar con la Nación las mínimas cuestiones de supervivencia (devolución del 15% de coparticipación o compensación del déficit jubilatorio) no puede descuidar el costado político. Esta semana circuló la versión de un acuerdo de gobernadores peronistas con el macrismo para armar listas conjuntas en algunas provincias y evitar que la elección legislativa de 2017 genere zozobras. Es mayor el riesgo que el beneficio para quienes piensan en otras elecciones, y no solo en la del año próximo. Y más para el peronismo entrerriano, que observa cómo mientras suceden estas cosas el ministro macrista del Interior afianza su presencia política en el territorio, manejando las herramientas que le permiten su cargo, y apuntalando su candidatura a gobernador para 2019.
La situación es novedosa en la provincia. Distanciarse del gobierno nacional es poco menos que imposible y muchos peronistas se preguntan si lo que hoy festejan como situaciones favorables respecto del gobierno de Macri, no terminará afectando a futuro sus chances electores.