A diario quienes recorren peatonal San Martín de Paraná, deben prestar suma atención a las baldosas flojas, a las lajas rotas y a los huecos por falta de tapas.
El riesgo de recorrer la peatonal de la capital entrerriana
Los comerciantes se quejan y aseguran que, con las lluvias persistentes el problema se agrava.
Hay locales, como uno ubicado a mitad de cuadra, entre Uruguay y Andrés Pazos, que tienen un pozo en la puerta. Los clientes, para ingresar, deben sortear un pozo enorme, es muy difícil visualizar la vidriera y aseguran que hace dos años que reclaman a la Municipalidad de Paraná que realice los arreglos pertinentes.
"Ni siquiera vinieron desde la comuna a colocar carteles para prevenir sobre la presencia del pozo", indicó una vendedora.
A las baldosas rotas y flojas también se suma la irregularidad de las lajas en ciertos sectores. Si bien el riesgo es para todos, la mayoría de los consultados sostuvo que el mayor peligro es para las personas mayores y las madres que caminan con niños pequeños o coches de bebés.
En días lluviosos, la situación se complejiza aún más por las veredas resbalosas.
Los comerciantes indicaron que son habituales las caídas de los peatones, con mayor o menor grado de gravedad.
La peatonal, desde la Plaza 1° de Mayo hacia el norte son las cuadras más deterioradas, pero en general, a lo largo del paseo de compras, caminar es un verdadero riesgo.