Pasaron casi dos meses desde que el Ejecutivo Municipal de Paraná aprobó la Ordenanza Nº 9.572, que establece el cobro de multas para aquellos supermercados que no cumplan con la existencia de una caja con prioridad para personas mayores de 70 años. La iniciativa, del concejal Emanuel Gainza, modifica la norma Nº 9.404, que promueve la existencia de este tipo de terminales de cobro para que los adultos mayores no tengan que esperar demasiado tiempo para abonar una compra. Sin embargo la medida fue acatada por contados comercios.
Aseguran que nadie controla que haya cajas con prioridad para adultos mayores
Una ordenanza establece que ancianos deben tener prioridad en supermercados, pero son contados los casos donde se da cumplimiento
22 de junio 2017 · 08:50hs
Si bien en un primer momento se mencionó que será la Dirección General de Habilitaciones de la Municipalidad la encargada del controlar, desde la dependencia afirman que recibieron el decreto la semana pasada y aún no tienen directivas de cómo implementarlos. Al respecto, Orlando Gómez, su titular, señaló a UNO: “Es reciente la ordenanza y todavía no hemos determinado cómo se va a llevar adelante el operativo. Posiblemente se haga desde el área de Defensa al Consumidor. En mi área no ha llegado ninguna directiva de que empecemos a controlar”.
En tanto, en la Dirección de Defensa al Consumidor tampoco pudieron dar cuenta de si va a ser ese organismo el que se encargará de verificar que se cumpla la ordenanza: los trabajadores de la dependencia de España 257 explicaron que solo el director, Pablo Gabiuod, puede hacer declaraciones y hablar sobre esta cuestión. Sin embargo, ayer luego de reiterados intentos por encontrarlo, Gabioud se excusó de no poder brindar explicaciones porque estaba “ocupado” con otro tema.
La normativa busca mejorar la calidad de vida de las personas de mayor edad, que en la práctica muchas veces se ven afectadas porque deben permanecer haciendo fila en la caja de un supermercado un tiempo extenso, sobre todo si tienen dificultades motrices. Desde el Foro por los Derechos de los Adultos Mayores realizan una encuesta periódica para conocer cuáles son las principales problemáticas que los afectan y entre las respuestas, las esperas excesivas en comercios, consultorios, oficinas públicas y en obras sociales forman parte de las respuestas habituales. Además de que se proporcionen espacios para sentarse, desde el Foro también opinan que las “cajas con prioridad con el ícono del anciano al lado del de Discapacidad y Embarazadas” puede ser una solución en los locales comerciales. Sobre este aspecto, afirmaron: “Si no se adaptan estas medidas los mayores se van tornando pasivos, y se excluyen de la posibilidad y el derecho a decidir sobre sus compras”.
En su articulado, la normativa establece que los supermercados deben incorporar “el símbolo y leyenda que identifique la prioridad y/o exclusividad de las personas mayores en la misma caja en la que se le otorga preferencia a mujeres embarazadas y personas con discapacidad; o en caja separada, dependiendo de las características del supermercado”. Que en algunos locales ya están funcionando cajas con prioridad para adultos mayores es un hecho muy valorado. Sin embargo, también hace falta un cambio cultural para que en la práctica se haga efectiva: “Hay lugares donde las habilitan, solo que a veces la gente mayor, cuando se les comenta esta posibilidad, expresan que no hacen valer ese derecho porque otras personas que están en la fila se enojan”, comentó Marina, una usuaria sensibilizada por el tema.
Al respecto, Juan Carlos Albornoz, director general de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial de la Provincia –organismo encargado de controlar que los supermercados tengas cajas con prioridad para embarazadas y personas con discapacidad– opinó: “Las cajas deben estar señalizadas, y si aparece una persona embarazada o con discapacidad, deben darle la prioridad. Es una cuestión de respeto. A veces hay gente que está con criaturas pequeñas en la cola y quienes están adelante no se percatan y son poco solidarios. Es una cuestión cultural y deben recuperarse ciertos valores que se han perdido. Por ejemplo, cuando sube a un colectivo una persona mayor, hay que cederle el asiento, por respeto, y no siempre se hace”, concluyó.