Juan Manuel Kunzi/ De la Redacción de UNO
En febrero del 2015 cuando una ola de calor golpeaba a todo el territorio nacional, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner resaltaba que Argentina es el país que más consume gaseosa en cantidad de litros por habitante del mundo.
A los pocos minutos los medios nacionales comenzaron a advertir que el dato anunciado como positivo era más que negativo. Las gaseosas y los jugos son una de las principales causas “del alza de la obesidad infantil y adolescente”. Es más, advertían que la tendencia mundial era bajar el consumo por razones de salud.
Hace un año y medio se marcó que la consultora Euromonitor colocó a Argentina en el lugar número uno del mundo en el consumo de gaseosas con 131 litros por habitante. Hoy ya estamos por arriba de los 137 litros por panza.
Los presidentes argentinos se llevan bien con Coca Cola porque es la embotelladora más importante que lleva invertidos 1.400 millones de dólares entre el 1994 y 2015. Además de emplear a 2.728 personas en forma directa, un dato que es utilizado por el lobista de turno.
En el mundo, siempre tan observado desde el sur de Latinoamérica, el consumo de gaseosas va por el camino inverso por ser la principal fuente del crecimiento de la obesidad.
En Argentina destacaban que “la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama encabeza una campaña nacional para reemplazar a las bebidas carbonatadas por el agua”.
Por estas tierras, las cifras también son negativas. Hablan de epidemia de obesidad porque casi un 60% de la población adulta tiene sobrepeso y 30% entre los adolescentes de 12 y 15 años.
Hoy en Concordia, el presidente de la nación, Mauricio Macri anunció que la Coca se comprometió a triplicar la compra de jugo concentrado de naranja y sus derivados para el mercado doméstico hasta el año 2025, pasando de 6.000 toneladas de jugo actuales a 18.000.
Además la multinacional suscribió un acuerdo de cooperación con el INTA para desarrollar proyectos de investigación en naranjas con destino a la industria.
Además de jugo concentrado de naranjas, la empresa compra a productores locales jugos de limones, pomelos, manzanas, uvas, peras y duraznos de gran calidad que se producen en el NEA, NOA, Alto Valle y Cuyo. En total, el año pasado adquirió 42.000 toneladas de esos productos, cuyo 82 % se destinó a exportación para producir bases de distintas bebidas en 21 países que, a su vez, abastecen el sistema global de la firma.
Los cítricos entrerrianos se sumarán entonces a las materias primas de los jugos procesados que engordan al planeta.
La Coca Cola, Cristina, Macri y la obesidad en el planeta
La expresidenta fue la que confirmó que Argentina es el primer país consumidor de gaseosas. Macri anunció en Concordia que los cítricos entrerrianos se utilizarán en las bebidas que los países centrales comenzaron a rechazar.
10 de junio 2016 · 18:03hs