Me agrada muchísimo que distintos sectores ahora impulsen el debate sobre la inflación, la pobreza, la desnutrición, el desempleo, la corrupción. Me cansa un poco volver a hablar de temas que en este espacio planteábamos hasta el cansancio años atrás. A algunos medios de comunicación o referentes políticos no les importaba este reciente pasado. Algunos por convicción y otros acostumbrados a agachar la cabeza, miraban para el costado cuando, por ejemplo, el anterior gobierno fraguó las estadísticas de la pobreza y los valores económicos y sociales. Por solo decir que el ahora exministro de Economía, Axel Kicillof, ordenó no divulgar los datos porque estigmatizaba la indigencia en el país.
Despertaron de la larga siesta
Ahora plantean que la pobreza apareció como por arte de magia desde diciembre y se multiplicó hasta esta altura del año, lo mismo que la disparada de los precios y la desocupación. El oficio del periodismo, es mostrar la verdadera realidad, ahora, ayer y mañana y no ponernos en tozudos comunicadores o dirigentes políticos, de acuerdo a quién gobierne o al tiempo que nos convenga.
¿El kirchnerismo tiene la autoridad moral para cuestionar este presente, del que creo algo tuvo que ver en 12 años de mentira y descalabro económico? Creo que no. Lo mismo que los operadores de prensa que existen por todos lados y que durante años se preocuparon por marcar que en invierno hacía frío y en verano calor.
El gobierno de Mauricio Macri está perdiendo el capital electoral que lo respaldó con un tarifazo imposible de afrontar para la clase media y baja; con medidas a destiempo y mal instrumentadas para paliar el ajuste. Sin embargo, la población no digiere el robo a mano armada al que fue sometido el país. Se cansó de los Lázaro Báez, de los José López, de los Amado Boudou, de los Ricardo Jaime o los Julio De Vido, y de cuantos más que están denunciados por el mismo delito.
Tendrán que entender que la corrupción mata, por la falta de rutas, hospitales, viviendas u otro tipo de obras necesarias para la población. Ni qué decir en las poblaciones ribereñas que sufren las inundaciones.
No es un tema menor decir que hay ministros, secretarios o miembros de un gobierno que se enriquecen ilícitamente. Recuerdo que en el año 2005, a la que le decían la Loca -por Elisa Carrió- denunció todo esto que ahora se corroboró. ¿Y qué decían los integrantes del kirchnerismo? Nada, la descalificaban. Y los operadores de prensa, por el contrario, hablaban de otros temas o hablaban directamente de acciones en contra del modelo. Nunca se comprometieron a investigar y exigir a la Justicia que avanzara con las causas.
Hoy les decimos: bienvenidos a la finalización de la siesta, a la idea de cuestionar y criticar a los gobiernos que "castigan" a la población como este de Macri, y por sobre todo, los que jugaron con los sentimientos de los buenos dirigentes que creyeron que un proyecto de transformación social, tenía entre sus bases la corrupción enquistada al poder para crecer.
La realidad marca que en la práctica lo único que se hizo fue robarse hasta las manijas de las puertas. De lo contrario, recordemos las imágenes de los que contaban dinero en la Rosadita o bien la bóveda del convento de General Rodríguez o las bolsas con millones de dólares del famoso Josecito.