Con Pablo Felizia somos compañeros en la Redacción de UNO. Trabaja de periodista, en realidad uno muy bueno; incluso es Licenciado en Comunicación Social. Pero es escritor. Tanto que invierte sus ahorros en un emprendimiento editorial, del que creo, planea vivir algún día. Lo suyo es contar historias, batallar con las palabras para obtener la definición precisa acerca de lo que crea necesario decir. Su primer libro se llama Crónicas Patrias y trata de los héroes de Malvinas. Ahí están estampadas las experiencias de ocho combatientes entrerrianos. No sobra ni falta en el relato; están las palabras justas para describir los actos heroicos de gente de a pie, colimbas, suboficiales y un puñado de oficiales que fueron a dar la vida por la Patria y que hicieron gala de una valentía literalmente sin igual.
"Crónicas Patrias" en la piel
2 de abril 2017 · 10:02hs
"Seguro que pasarán años, décadas quizás, pero escribí este libro con la certeza de que algún día, a las cinco de la tarde en el medio del frío malvinero, alguien dejará el té para prepararse unos buenos mates amargos. Estoy convencido de que nuestra victoria es un compromiso ineludible con la historia", sentencia Felizia.
El periodista le puso el cuerpo a su trabajo hasta el final. Se metió en la vida de los protagonistas tanto como pudo, pasaron varios años hasta que logró encerrar en unas cuantas páginas sus vivencias y el resultado es una obra que, opino, debería estar en las escuelas para que los adolescentes entiendan de qué se trata ir a la guerra. "Amar a Malvinas es darle voz a los veteranos de guerra", define el autor y poco después da cuenta del regreso a barrio Concejo de Paraná de un sobreviviente del hundimiento del crucero General Belgrano.
El pensar a la familia y el deseo de volver se exponen en el relato. "En Malvinas y en el medio del dolor, la soledad y la injusticia, encontré a Dios. En la desazón, hice algunas promesas", cuenta un exprefecto de su paso por la gesta. Leer Crónicas Patrias me resultó algo así como una nueva y diferente aproximación a lo que fue la guerra; lo entendí como un aporte de fuste a la desmalvinización que aún se percibe cuando la desinformación de los sucesos continúa a pesar de los años transcurridos.
Una recomendación para quienes se metan a leer Crónicas Patrias: prestar atención a los detalles porque en ellos aparece la esencia de lo que hicieron estos hombres en el sur argentino.
Y un pedido especial; detenerse en el capítulo donde Juan Carlos cuenta lo que es pelear, a los veintipico de años, pecho a pecho con ingleses y mercenarios.