La diputada nacional por el Frente para la Victoria de Entre Ríos Carolina Gaillard celebró la creación de la Agencia Federal de Inteligencia, aprobada en la Cámara de Diputados de la Nación antes de ayer y manifestó que “el debate de una nueva ley de inteligencia era una deuda pendiente de la democracia y su aprobación es un paso fundamental en la reformulación de las instituciones al servicio de la democracia y no de las corporaciones”.
Gaillard celebró la aprobación de la AFI
“La SI era un lugar oscuro, secreto, donde todavía había sectores enquistados desde la última dictadura militar. Donde se aprovechaba ese secretismo, ese oscurantismo para ocultar su finalidad de negocios más que su tarea de inteligencia al servicio de la Nación, así como utilizaban ese poder que les daba la información para extorsionar a jueces y políticos en su propio beneficio personal”, explicó.
En esta dirección, la diputada consideró que a través de esta nueva ley “se democratizan y transparentan los servicios de inteligencia para que cumplan su tarea en miras al objetivo principal de velar por la defensa nacional en el marco de un Estado de Derecho”.
Los cambios
La nueva normativa aprobada en Diputados contempla una serie de cambios esenciales. Se ajusta la tarea de inteligencia al marco jurídico vigente, a la Constitución Nacional y a los tratados internacionales. Establece, por ejemplo, que la designación de las autoridades del organismo requerirá acuerdo con el Senado; además, se agravan las penas por incumplimientos a los agentes en su función, otorga mayores facultades a la Comisión Bicameral de Seguimiento de Actividades de Inteligencia, que a partir de ahora podrá investigar y controlar.
Asimismo, la nueva ley reduce de 25 a 15 años el plazo para la desclasificación de información, que a su vez será clasificada en tres categorías: información pública, reservada y secreta; finalmente, se crea un nuevo delito: serán reprimidos todos aquellos empleados o funcionarios que tomen contacto con los servicios de inteligencia por afuera de los canales institucionales.
Finalmente se incorporan en materia de acceso a la información, el derecho de cualquier persona a peticionar la desclasificación de información de inteligencia cuando mediaran motivos fundados; en cuanto a los fondos reservados, se invierte la regla. Los fondos son públicos es la regla, y el carácter reservado de los fondos pasa a ser la excepción.