Vanesa Erbes/ De la Redacción de UNO
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Desde que cantó por primera vez en televisión, la vida de Evangelina Rebozio cambió radicalmente. Tenía 12 años y fue en un programa conducido por el mismísimo Marcelo Tinelli, quien no pudo evitar lágrimas de emoción cuando aquella jovencita no vidente oriunda de Villaguay cautivó al público con una canción de Rosana. Corría el año 2005 y 10 años más tarde sigue emocionando con su voz cada vez que sube a un escenario, donde no necesita posturas: con una serenidad magistral, es capaz de entonar melodías que elevan las más hermosas sensaciones.
Hoy tiene 23 años y sigue viviendo en su ciudad natal, con su papá Esteban, su mamá Mónica y sus hermanos menores Ismael y Trinidad. A pesar de que pasó una década, recuerda como si fuera ayer aquella noche: “Fui a un casting durante unas vacaciones de invierno en que visitábamos a mi padrino, que vivía en Buenos Aires. Cuando me llamaron ya había vuelto a Villaguay. Pensaba que era una broma, pero no. Esa noche llegué al canal y primero ensayamos y repasamos los temas. Cuando me tocó cantar, muchos me dijeron que me veían tranquila, pero yo estaba nerviosa”, contó a UNO, y rememoró: “Terminé la canción y no entendía porqué la gente seguía aplaudiendo, si ya me había ido del escenario. Luego supe que Marcelo se había emocionado. Y cuando dijeron quiénes eran los ganadores, no esperaba que fuera yo”.
Evangelina analiza hoy que siendo una niña no tomaba dimensión de las repercusiones de su actuación. Al otro día se despertó muy temprano y al desayunar en el hotel donde se hospedaba escuchó que en televisión hablaban de “la nena que había emocionado al país” y pasaban fragmentos de su participación en Showmatch. Ya en Retiro, esperando volver a su ciudad, y también a lo largo del viaje en colectivo, recibió innumerables saludos de personas que la reconocían y la felicitaban.
Desde entonces, el éxito en su carrera no la abandonó nunca. Sin embargo, desde que se hizo conocida tuvo que reponerse a momentos adversos. Uno de los más difíciles fue cuando tuvo que dejar la escuela porque sufrió bullying de parte de quienes eran sus compañeros y padeció ataques de pánico. “Aguanté desde 7º grado hasta 3º año. En ese tiempo no se hablaba de bullying. Me rompieron la máquina de escribir en Braille, el bastón”, contó, entre otras anécdotas que la empujaron a una depresión.
Por aquellos tiempos a Evangelina se le adormecían los pies y las manos, le faltaba el aire y no podía respirar, temblaba y estuvo más de un año sin cantar. La situación era desesperante porque no sabía qué le pasaba: “No culpo a la escuela, hacían lo que podían”, dijo, a la vez que destacó la contención de su familia: “Fue difícil también para ellos; estábamos lo más bien comiendo y de repente yo me sentía mal, y ellos se ponían nerviosos, sin saber qué hacer. Me la pasaba yendo al sanatorio para que me pusieran suero y oxígeno, Con paciencia pudieron ayudarme y ayudarse ellos”.
En este marco, señaló que comenzó un tratamiento con especialistas, luego de que una psicóloga advirtiera el origen de sus dolencias. Afortunadamente, con el tiempo pudo volver a cantar y recuperó las ganas de estudiar, aunque aún no se decidió: “Por un lado tengo la necesidad de terminar la escuela, pero por otro pienso en los exámenes y todavía me bloqueo”, explicó la joven, que sin embargo no teme pararse ante a una multitud desde un escenario para hacer lo que la apasiona, ni tampoco enfrentarse a las cámaras en las emisiones de los programas más exitosos donde la ven millones de personas: “He mejorado mucho, me da nervios igual cantar frente a la gente, pero ya no como antes. Puedo hacerlo con cierta tranquilidad y disfrutar, cosa que antes no lograba porque me sentía mal. Ahora, cuando escucho a las personas del público disfruto mucho más”, confió por último, con la naturalidad y la sencillez que caracteriza a los grandes.
Sueña con poder grabar un disco
Tal fue el éxito de las presentaciones de Evangelina Rebozio en el programa conducido por Marcelo Tinelli que se extendieron durante 2005 y 2006. Al año siguiente estuvo en otro, con Andrea del Boca. En 2010 fue como invitada a un ciclo de José María Listorti y Denise Dumas, y en 2012, 2013 y 2015 participó en programas conducidos por Mariano Iúdica. El último fue Late corazón, donde junto a su primo Joaquín resultaron ganadores del certamen y decidió repartir el premio de 50.000 pesos con los otros tres finalistas. “Había historias muy fuertes. Un chico necesitaba un remedio para su mamá, por ejemplo. La producción decidió duplicar el premio y repartimos 100.000 entre los cuatro”, explicó.
Generosa y sensible ante quienes tienen alguna necesidad, hace un mes también estuvo presente con su música en un festival solidario en Rosario del Tala a beneficio de los inundados, conducido por Mariano Iúdica y organizado por el sacerdote Ricardo González, donde se juntaron alrededor de 118.000 pesos para ayudar a los damnificados por la crecida de los ríos en la provincia.
En la actualidad, según adelantó, espera que se concrete un proyecto para participar junto a Matías Santoiani en un canal provincial.
A su vez, esta semana se prepara para cantar en Villaguay en un acto por el Día de la Mujer. Tiene numerosos proyectos y sueños, un talento indiscutible y el cariño del público que se emociona cada vez que la escucha entonar sus melodías y que la impulsa a desafiar los obstáculos y a no bajar los brazos ante cualquier adversidad que se le presente.
Hoy sigue cantando en distintos festivales, con la dulzura que la caracteriza, y anhela poder grabar un disco algún día. “Es el sueño de todo cantante”, definió, y confió en que le gustaría recibir la propuesta de algún productor para lograrlo.
Evangelina Rebozio, la joven que hace 10 años emociona con su voz
Cada tanto aparece en algún reality a nivel nacional y deslumbra con su talento. Aunque el éxito la acompaña, confió cuáles fueron sus momentos más tristes cuando sufrió bullying debido a su ceguera y debió abandonar la escuela
6 de marzo 2016 · 08:18hs