La salvación de Solo y Juan, la ópera rock de los Fabulosos Cadillacs, salió ayer a la venta y la banda actuará hoy en el estadio Luna Park, en el marco de su vuelta a la actividad con un trabajo multidisciplinario, pues la obra podría ramificarse en una novela corta y en un posible mediometraje.
Hoy subirán al escenario del Luna Park Vicentico en voz; Daniel Lozano en trompeta, Fernando Ricciardi en batería, Flavio Cianciarulo en bajo y Mario Siperman en teclados, a los que sumaron Florian Fernández Capello en guitarra y Astor Cianciarulo en bajo.
La Salvación... es una historia que lleva muchos años en el seno de la banda y en la cabeza de Flavio y Vicentico, quienes a fin de 2015 decidieron plasmarlo en disco, mientras el bajista editaba en forma paralela y solista otra ópera rock Sardinista. La responsabilidad de las guitarras corrió por cuenta de Florián, hijo de Vicentico, quien sigue con su banda Callate Mark, pero que participara de la gira de la banda.
Mientras que Astor tocó el bajo y permitió que su padre tomara la acústica o la percusión.
La Salvación cuenta la historia de los hermanos Solo y Juan Clementi, hijos de Averno Clementi, el cuidador del faro Artiglio, ubicado en los Acantilados de la Bestia, tal como se pudo ver en una serie de videoclips en blanco y negro que podían conformar parte de una película o cortometraje.
El arte del disco y las gigantescas máscaras que ilustran los videos fueron diseñadas por el artista plástico argentino Jorge Alderete (Dr. Alderete) que ha dibujado cómics, afiches, flyers y ya trabajó con los Cadillacs y con Andrés Calamaro. Sobre este amplio trabajo, la banda charló con Télam:
—¿Cómo fue retomar el trabajo para este disco?
—(Vicentico) Lo que pasa es que Los Cadillacs están siempre activados. En todos estos años que parece que no estamos, en realidad también estamos tocando. Fuimos haciendo conciertos durante estos años a lo mejor aisladamente, es nuestro modo de trabajar. Después también nos vemos mucho fuera de, entre comillas, la música. En eso fuimos ideando estas canciones.
—(Flavio) En este disco teníamos el buen rumbo de atarnos a un hilo conceptual muy claro. Primero diseñamos eso y eso nos alumbró u oscureció el camino para hacer las canciones. Muchas veces fueron las canciones, también, que motivaron a rumbos y modificaciones del argumento y en otras al revés.
—(Vicentico) Por otra parte, este disco tiene una raíz muy lejana en el tiempo, como todos los que hacemos. Yo recuerdo en el 97 o 98 estábamos de gira y ya pensábamos en hacer este disco y la historia de los hermanos Clementi tiene un montón de años siendo pensada, al principio sin foco y cada año que iba pasando íbamos escribiéndonos mails. El título, en realidad, existe hace un montón de años. Es una vieja idea y a la vez muy actual, es como si el tiempo no existiera desde que estamos juntos.
—¿Qué tan importante creen que es haber escrito el texto, el cuento de La Salvación, para tomar dimensión total de la obra?
—(Vicentico) Para nosotros es reimportante, lo creímos pensando en que es tan importante como escuchar el disco.
—(Flavio) Es una asociación totalmente libre. Puede, por cierto, ser disociado, podés escuchar temas separadamente pero es mucho más enriquecedor para nosotros la obra porque trabajamos desde ahí. Pero me gusta la libertad para elegir de quien escuche para que le guste o no o que se dedique a temas aislados. Lo más enriquecedor, igual, está en que las canciones se atan a un argumento y por ahí trabajamos para eso y que la gente lea.
—¿Qué punto de comparación ven o sienten entre “La Salvación?” y “Fabulosos Calavera”?
—(Vicentico) Para nosotros es difícil comparar los discos, cada uno fue un mundo. Para mí, Fabulosos Calavera es un tremendo disco en el sentido de lo que significó para nosotros hacerlo. Ese disco también lo grabamos en una casa como de campo o quinta y de un modo totalmente enfermo y después fuimos a Bahamas y seguimos trabajando. A nivel musical para mí es totalmente diferente, Fabulosos Calavera es muy trabado y es más difícil de meterse dentro del disco, me encanta. Este disco, en términos musicales, uno puede viajar más. Es otra cosa.
La ópera rock de los Cadillacs está en bateas
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28 de mayo 2016 · 09:22hs