“La muestra que hago es con las tintas grandes”, escribió Solari a UNO vía chat desde Alicante.
Javier está ilusionado con esta exposición, en gran medida por la trayectoria de Guillermo Aleu, que también accedió a un chat con este cronista para describir lo que significa Solari en estos tiempos: “Por que Solari? primero confié en una amiga y clienta de la galería que me comentó y describió cosas de la vida de Javier e inmediatamente sospeché que hablábamos seriamente de un artista. Luego coordinamos una entrevista junto a Javier y algunas de sus obras. Esto fue hace un año exactamente”.
Luego se reunieron en la galería: “Mi amiga hizo un buen trabajo (los artistas de la estirpe de Javier son reticentes a la hora de dar cuentas de su obra frente a un galerista), como sea lo convenció y llegó con sus obras.Que sucedió entonces? Fue maravilloso. Ver la obra de Javier provocó muchas cosas de inmediato . interiormente sentí que estaba en presencia de lo sospechado, un artista en el amplio sentido de la palabra.
Mientras descifraba lo que contenían sus obras imaginaba el impacto que podía provocar en el espectador y el público que acostumbra a visitar mi galería.
La obra de Javier tiene lo más importante que una obra de arte debe tener: ser creativa y con carácter propio.
Sin duda Solari nos presenta un mundo plagado de vivencias propias y que de inmediato nos involucra ya sea porque nos identifican o porque rechazamos.
Así entramos en diálogo con la obra, momento crucial (mágico y trágico) diría sin retorno que es el poder de las imágenes donde ya no se necesita ninguna definición ni descripción sobre que es el arte”, describió el arquitecto que dirige la galería.
“Luego, el impacto generado en nuestra sensibilidad va dejando lugar a la razón que busca casi inútilmente explicaciones; entonces vemos la técnica empleada, el soporte sobre el que se desarrolla la obra, el cuidado y meticulosidad de algunos detalles pero muy por encima de este desglose no deja de reírse la gran libertad con que un verdadero artista hace lo que hace y con lo que lo hace”.
“Solari es un artista porque ante todo es libre. Su arte celebra la vida que ha elegido, amistades, vicios, placeres ... Solari se hace un festín con todo como a quien no le importa nada. Ojo, el arte libera porque confiesa y como tal es un espejo en que no todos quieren mirarse. Gran paradoja del arte y el artista
Solari entrega su humanidad y allí encuentra cómplices; ya me contaron cosas al oído amigos, que, como mi amiga, tienen un Solari en su casa .
La obra de Javier tiene un imán. Depende del polo de quien lo mira sentirá entonces la atracción o rechazo, pero seguramente no habrá indiferencia.
Entre el golpe y la caricia Solari apela al golpe para no dejarnos cómodos y complacientes frente a su trabajo que resuelve siempre con soltura y maestría”.