El viernes 7 de abril llega a Paraná Carne de juguete, la última producción teatral de Gustavo Guirado, uno de los realizadores más potentes y genuinos del país. El espectáculo aborda de un modo poético y lúcido la memoria en relación a la guerra de las Malvinas, pero también –a fuerza de actuaciones profundas y sólidas- se vuelve una celebración de la teatralidad. La cita será a las 21, en el Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina (Gregoria Matorras 861).
"Carne de juguete", un viaje teatral por el país de las pesadillas
Dirigida por Gustavo Guirado, la obra propone reflexionar sin solemnidad sobre la Guerra de Malvinas, subrayando la indefensión de los jóvenes soldados lanzados al combate en 1982. La función será el viernes, a las 21, en La Vieja Usina.
3 de abril 2017 · 16:50hs
En un galpón han quedado almacenados durante más 30 años, objetos, ropas y alimentos no perecederos que nunca fueron enviados a su destino: islas Malvinas, 1982. En ese espacio demorado en el tiempo, se cruzan dos muertos y dos vivos. Los muertos –un soldado argentino y su madre– preguntan, quieren saber cómo eran y quiénes eran cuando la guerra tronchó sus vidas, son almas sin memoria. Los vivos, el padre y la novia del soldado, ensayan respuestas confusas sobre sus vidas antes y después de la guerra.
La obra fue estrenada en Rosario en 2015, en el Espacio Subsuelo de Plataforma Lavardén. Desde entonces ha realizado funciones en Rosario en Espacio de la Memoria, Teatro del Rayo del Arte (Venado Tuerto) y en el Festival de Teatro de Rafaela.
Protagonizada por Claudia Schujman, Roberto Stabile, Federico De Battista y Yanina Mennelli, Carne de juguete terminó de configurarse con la participación del propio elenco, en base a improvisaciones que luego pasarían a formar parte de la creación colectiva.
Y si bien el trasfondo de la obra es profundamente dramático, la intención del director fue la de transitar diversos géneros teatrales. Por momentos hay pasos humorísticos, desopilantes, que tienen que ver de diferentes maneras con el comportamiento argentino frente a los hechos históricos. En Carne de juguete se esquivan las solemnidades y el discurso panfletario, refugiándose en el grotesco. De ese modo, la obra está marcada por pinceladas de costumbrismo, momentos realistas y situaciones oníricas.
"Pertenezco a la generación que fue enviada a esa guerra. Siempre quise hacer algo con ese trauma social, compañeros míos de la primaria estuvieron allí, y en estos últimos años encontré un contexto político y social propicio para hacerlo", contó el autor y director de la pieza a La Capital.
En el título el director explicó que quiso subrayar la indefensión de los jóvenes soldados lanzados al combate en 1982."La dictadura militar jugó con esa carne fresca, indefensa, desvalida, abandonada a su suerte, carne de muchachos que un día estaban en un boliche bailable y al otro en una tierra lejana, helada y con un fusil en la mano, que muchas veces a la hora de hacer fuego, no funcionaba. El coraje de esos pibes es inconmensurable. ¿Cómo habrá sido ser consciente en esos momentos, mientras te caen bombas de todos lados, que sos un juguete maltratado en las manos de tus superiores?", se preguntó.
En definitiva, es, una reflexión sobre ese hecho ineludible y todavía no elaborado por la sociedad argentina que fue la Guerra de Malvinas.