Con los jardines hogareños sucede algo similar que con el entrenamiento de la gente en el gimnasio: hay que seguir trabajando para llegar en las mejores condiciones a la primavera y el verano.
“Cada estación te tiene que motivar para un trabajo distinto. No por ser invierno hay que desmotivarse, hay que seguir conectados con la naturaleza, oler el perfume de las plantas y disfrutar de los colores”, explicó a UNO Gustavo Guillermo Barbera que está al frente del Vivero Don Felipe que se encuentra en Almirante Brown, pasando la circunvalación, en el este de la capital entrerriana.
En esta época del año, con días más cortos y con temperaturas muy bajas, las plantas tropicales entran en un letargo. “Es un proceso biológico, en donde pierden el follaje, pero hay que respetarlo. Hay que entender los ciclos de la naturaleza”, subrayó Barbera que además aconsejó que es el mejor momento para realizar una poda de limpieza o de formación.
El especialista recomendó acercarse al “viverista amigo” o la persona que sabe asesorar. En Paraná, cada vez más personas dejan que aparezca el jardinero que llevan en el corazón.
En San Felipe reconocieron que se amplió el mercado porque, en gran medida la arquitectura y el diseño impulsaron el interés por las plantas y por los árboles. Los incluyó dentro de las construcciones modernas y así nació una tendencia, una moda que además coincidió con la vuelta a la naturaleza de muchos que piensan en plantar sus propios alimentos.
Gustavo agregó: “La gente va al gimnasio, toma clases de inglés, se va de viaje y en ese plan de distracción se dedica a las plantas porque se conecta con el verde. Es una actividad física (que pueden hacer solos o acompañados) y se dan cuanta que cuidando el jardín consiguen vivir en un lugar más saneado”.
“Hay que saber disfrutar los colores”
Gustavo Barbera, del vivero Don Felipe, argumentó: “Ahora, en esta época del año, hay que saber disfrutar de los colores de los árboles. Hay que descubrir que no solo el verde es sano en la naturaleza, los colores marcan las estaciones. Ver un fresno con sus hojas doradas, un liquidámbar, un roble o un álamo que pierden el follaje habla de que el jardín está sano, al igual que el ambiente”. En el vivero ayer coincidían un sauce sin hojas con un aguaribay al que “no le hace nada el frío y que está verde a esta altura, hay que saber combinar”, explicó Gustavo.
Se ven árboles con hojas doradas o anaranjadas que contrastan con las camelias, los jazmines invernales trepadores, las oleo fragans, las azaleas, las petunias, los conejitos y los pensamientos que ofrecen otra paleta de colores.
En invierno es bueno seguir trabajando en el jardín hogareño
Es el mejor momento para realizar las “podas de limpieza”. Hay que asesorarse con especialistas
27 de junio 2015 · 08:51hs