"Estaba allí, exhausto; no podía ni siquiera buscar comida. Lo alimenté con cinco cangrejos diarios durante diez días y se puso mejor", cuenta Hiroyuki al portal The Dodo. Desde ese momento, ambos parecen tener una relación de amistad. "Diría que nos entendemos. No es que podamos hablar, sucede de forma natural", recalcó.
Un buceador visita todos los años al pez que salvó hace 30 años
"Yo diría que sabe que lo salvé, que lo ayudé cuando lo necesitaba. Estoy orgulloso de haberlo hecho".
27 de junio 2017 · 16:41hs
Los protagonistas de esta historia son un pez, bautizado como Yoriko, y un submarinista japonés, Hiroyuki Arakawa. El hombre, de 79 años, lleva buceando desde los 18. Hace más de 30 años, Arakawa estaba realizando tareas de mantenimiento en los restos de un santuario sintoísta sumergido, cuando vio a Yoriko en problemas.
Y ahí surgió la 'amistad'. Hiroyuki se encuentra con Yoriko periódicamente en la bahía de Tateyama, en la zona este de Japón. El submarinista japonés juega con el pez y mantiene con el una estrecha relación de amistad.
"Creo que cualquiera puede conseguir la atención de un animal dándole comida, pero tocarle e interactuar con él es más complicado. Me parece que hay una especie de confianza entre nosotros. Yo diría que sabe que lo salvé, que lo ayudé cuando lo necesitaba. Estoy orgulloso de haberlo hecho", explicó.