La minoría cristiana copta de Egipto fue víctima, esta mañana, de un brutal atentado que al menos, se cobró la vida de 26 personas y provocó heridas a otras 25, según ha informado el portavoz del Ministerio de Sanidad egipcio, Jaled Muhahid.
Al menos 26 muertos en un ataque contra cristianos coptos en Egipto
El ataque se produjo en un pueblo de la provincia de Minia, a más de 300 kilómetros al sur de El Cairo, cuando fue tiroteado un autobús que transportaba un grupo de fieles a un monasterio. Aunque nadie ha reivindicado el atentado, parece llevar el sello del autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), que en los últimos meses ha perpetrado varios sangrientos atentados contra la comunidad cristiana egipcia.
De acuerdo con las primeras informaciones, una decena de hombres encapuchados abrió fuego contra el vehículo cerca de la localidad de Al Adua, situada en una de las regiones egipcias que cuenta con una mayor presencia de la comunidad cristiana copta.
Según declaró a la agencia Reuters Essam al-Bedawi, el gobernador de Minia, el autobús integraba un convoy de fieles formado por otro autobús y un camión que se dirigía al vecino monasterio de San Samuel. En todo, el país, se calcula que los cristianos, en su mayoría adheridos a la Iglesia Ortodoxa Copta, representan aproximadamente el 9% de los 93 millones de habitantes de Egipto.
Desde finales del año pasado, está comunidad se ha convertido en un blanco preferido del ISIS, que cuenta con una filial en la provincia del Sinaí desde 2014, apodada Wilaya Sina ("provincia del Sinaí"). Anteriormente, el grupo yihadista solía atacar preferentemente miembros de las fuerzas de seguridad. Si bien esta península remota continúa siendo su principal bastión, sus acciones violentas se han ido extendiendo progresivamente por el valle del Nilo. De hecho, sus atentados más sangrientos contra la minoría cristiana han tenido lugar en las principales ciudades del país.
La pequeña localidad de Al Adua saltó a los titulares de la prensa internacional hace exactamente unos tres años, cuando 683 de sus habitantes fueron condenados a muerte en un macrojuicio por el asalto contra una comisaría de policía después del golpe de Estado de 2013 ejecutado por el actual presidente, Abdelfatá Al Sisi. Posteriormente, un tribunal de casación absolvió a buena parte de los acusados, dejando la cifra de penas capitales en 183.
Fuente: El País