El Programa Fútbol Para Todos llegará a su fin a partir del próximo semestre. La Asamblea de la AFA aprobó el viernes el fin del contrato con el gobierno nacional y el fútbol gratis finalizará luego de siete años y medio.
El fin de un programa popular
26 de febrero 2017 · 13:11hs
En 2009 la presidenta Cristina Fernández y Julio Grondona, por entonces presidente de la AFA, decidieron ponerle fin al contrato con Torneos y Competencias y se quedaron con uno de los alfiles de Clarín. Más allá de la lectura política de aquella decisión y la coyuntura Gobierno-Clarín que por esos años estaba en su punto más álgido, el pueblo argentino o la patria futbolera, para no generalizar, se vio beneficiada con la transmisión gratuita de todos los partidos. ¿Cómo era antes? Para ver los clásicos había que pagar el codificado o irse a un bar del centro o alguna estación de servicio que pagara el servicio.
La decisión de la presidenta generó diversas opiniones muy bien argumentadas por fuera del fundamentalismo político. Los defensores de la medida tenían como premisa la gratuidad del fútbol como un hecho cultural que excede al deporte. Partiendo de esa base justificaban los números, que en sus inicios eran de 600 millones de pesos anuales (la cifra creció un 177% en cinco años). A cada argentino le costaba alrededor de 16 centavos por partido. Más allá de la decisión arbitraria fundamentaban que se trataba de un principio de equidad. Al argumento había que anexarle además la difusión de propaganda de bien público en los eventos más vistos de la pantalla chica.
Por el contrario los que se oponían subrayaban que el estado no debía entrometerse en un negocio privado y que había "otras prioridades". Que al que no le importaba el fútbol no tenía que hacerse cargo de tal erogación.
En el medio pasó de todo y se corrió el eje de la discusión central. Los dirigentes endeudaron los clubes, una historia repetida con o sin Fútbol Para Todos y se abusó del espacio como propaganda política. Este último yerro del Gobierno le dio "motivos" a los opositores para renegar del servicio y embarrar la cancha. Mientras tanto y sabiendo del costo político que implicaba terminar con el servicio, el candidato a Presidente, Mauricio Macri, se comprometió en su campaña a seguir con Fútbol Para Todos. Una de las tantas promesas incumplidas del ahora Presidente de los Argentinos. Y fue por más, al igual que el gobierno anterior, jugó sus fichas en la AFA. Y tiró un guiño hacia las sociedades anónimas, que por beneplácito de los clubes y la sociedad fue solo eso y quedó desechado.
Ahora la pelota la tienen los dirigentes, tan responsables como el Gobierno. Ellos decidirán si las cadenas Fox, ESPN o Mediapro se quedan con el fútbol, pero ya adelantaron que no será más gratuito. Una de las alternativas es trasladar el costo al valor del cable y la otra es un abono premiun. O mirar la tribuna como en los viejos tiempos.
Mientras tanto el gobierno nacional le dará de lo que resta del campeonato de Primera División, como sucedió en 2016, los partidos más importantes a Canal 13 y Telefé por migajas y se quedará con los partidos de menos rating en la Televisión Pública.