La economista Mary Grunfeld pasó dos días por la ciudad de Paraná y antes de que empiece con la segunda parte de la capacitación que entregó a los mandos medios y altos de las empresas gastronómicas, explicó a UNO algunos puntos fundamentales que tienen que tener los emprendedores que salen a competir en el mercado.
“No tienen que saltar más alto de lo que le da el bolsillo. Deben invertir una vez que tienen el crédito acordado o aprovechar un dinero guardado. Tener el lugar de trabajo disponible, asegurarse una buena cocina, que el proveedor no los deje sin los ingrediente fundamentales. Aprender, leer un manual con los parámetros básicos para ponerse un negocio. Tienen que saber hasta como inscribirse en los diferentes organismos”, explicó la exdocente universitaria que, desde hace nueve años, forma parte del Departamento de Capacitación y Formación Profesional de Federación Empresaria Hotelera y Gastronómica de la República Argentina (Fehgra).
Recordó que en Toulouse, Francia, se realizan cursos de capacitación para emprendedores gastronómicos antes de que den el primer paso: “Hay que hablar con las cámaras correspondientes y dar exámenes para demostrar que el emprendedor está apto para comenzar con el negocio porque la idea es que aprendan para que les vaya bien”.
La semana pasada, en la Jornada Interinstitucional de debate sobre la Agricultura Familiar que se realizó en La Vieja Usina quedó demostrado que en la provincia hay cada vez más emprendedores que producen alimentos.
Grunfeld que llegó a la capital entrerriana para brindar un curso a los socios de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Paraná sobre Competitividad y Rentabilidad en la empresa gastronómica, se tomó un tiempo para hablar de los primeros pasos en el sector: “Tienen que realizar una investigación de mercado, saber qué es lo que hace falta. En qué lugar hay que poner el local, el nivel de gastos que hay en el barrio, si hay turismo”.
Sobre los problemas que se encontrarán, advirtió sobre uno de estos tiempos: “El pequeño emprendedor no va tener un programa informático para los cálculos y lo va a tener que hacer en forma manual. No tiene tanto acceso al crédito, los proveedores se van con los grandes y desatienden a los pequeños. El micro tiene un camino difícil de recorrer pero si el espíritu de emprendedor es fuerte y tiene la convicción de ponerse en gastronomía, lo va a lograr”.
Como economista y socia en un emprendimiento gastronómico familiar analizó los meses que se vienen en el país. “La gente está muy pendiente de lo que pasará. Los años electorales adelantan algunas inversiones o las atrasan, según las expectativas. Hay inversores esperando, unos que piensan que les va a ir bien y otros tienen temores”, aventuró.
Ventajas
En 48 horas Mary Grunfeld pudo recorrer algunos de los espacios turísticos de Paraná y reconoció que, parar en uno de los hotel del Parque Urquiza “es un gran placer porque combinan servicios, naturaleza y recursos humanos”.
“Te vas al río en una lancha a pescar y si querés, podés cocinar en la isla. Tenés hotelería de alto vuelo a lo que se suma que el paranaense es cálido y cordial”, analizó la especialista que tiene una importante experiencia en el país y el mundo.
Más allá del valor agregado que tenga la ciudad, los empresarios gastronómicos deben tener en cuenta algunos detalles para mantenerse durante todo el año.
El curso de Competitividad y Rentabilidad está dirigido a los empresarios y los mandos medios porque “el gastronómico tiene un montón de recursos en sus manos que nos los explota en forma adecuada por la pereza de ser un poco más organizados o porque en realidad no sabe. No cuida sus costos y esos centavos, en estos momentos, que los márgenes fueron disminuyendo en muchas actividades, son importantes”.
Los gastronómicos tienen que sortear los procesos inflacionarios porque los precios de los productos primarios suben y deben “calcular esos centavos mínimos en el costo del plato y que quizás por no tener las herramientas adecuadas, comenten errores”.
La idea de la capacitadora es evitar que los desmanejos “se coman las ganancias que les permitan tener un colchón en las temporadas bajas”. Su idea es estandarizar el plato: que tenga la misma cantidad de carne picada, de cebolla, de pimentón. Conseguir una uniformidad que es buena para el costo del negocio porque uno sabe cuánta plata está gastando y así seguir la evolución”.
El dato
Saludable. “El pequeño emprendedor siempre es bienvenido porque aumenta el Producto Bruto Interno. Genera riqueza y genera gastos. Hay gente produciendo y gente gastando por lo que se cambia la fisonomía del lugar”, aseguró la economista Mary Grunfeld. En Paraná hay cada vez más emprendedores que producen alimentos saludables que comercializan en canales alternativos como ferias y también en locales comerciales.
El emprendedor gastronómico tiene posibilidades de crecer
Mary Grunfeld entregó un curso de capacitación y habló sobre los que ingresan al mercado
30 de julio 2015 · 06:10hs