Adriana Pacheco / De la Redacción de UNO
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Desde hace casi 15 años, este matutino refleja las noticias del mundo animal, denuncia abusos, envenenamientos, matanzas o falta de legislación y compromiso de los gobiernos con la causa. Pero también brinda a sus lectores historias de la lucha diaria de quienes se ocupan de los animales, aún en difíciles circunstancias.
En 2008 conté la noticia del rescate de Cieguito, un perro que en barrio La Floresta fue apedreado hasta que le reventaron los ojos. Gracias a la difusión del caso, Cieguito fue adoptado por una familia.
Y seguramente los lectores aún recuerdan la historia de Lupe, la perrita abandonada en 2013 con un precinto en el hocico. Ella se salvó gracias a los voluntarios que la “cazaron”. Ya internada logró recuperarse por los aportes de cientos de ángeles anónimos que donaron dinero para pagar las deudas veterinarias. Hoy es feliz junto a su dueña, Fernanda, y las demás mascotas de la casa.
Quienes leen UNO seguramente también sintieron la impotencia de los periodistas que cubrieron la noticia del perrito Ruffo, que fue golpeado casi hasta la muerte por un agente penitenciario. Éste asumió el ilícito pero no terminó tras las rejas. Los lectores siguieron con avidez los pormenores del juicio, expresando su descontento en las redes sociales.
El espacio Animalada ha sido un punto de encuentro entre mascotas perdidas con sus dueños, y donde cientos de animales sin hogar han sido reubicados en una familia. Al sumar los posteos en el Facebook de Diario UNO, cientos de internautas comentan, comparten y multiplican las novedades de Animalada.
También reflejamos la lucha diaria de quienes se ocupan de los animales abandonados en la provincia. Proteccionistas independientes rescatan, curan, castran y reubican a cientos de perros y gatos abandonados cada año…e incluso conejos!!
Reconocimiento aparte merecen quienes trabajan por los caballos de carros de cirujeo, una triste realidad que va en aumento. En 2014 hubo un récord de caballos caídos, extenuados, en las calles de la ciudad, aunque una ordenanza prohíbe su acceso al casco céntrico. Muchos de ellos han muerto a pesar del esfuerzo de grupos como Mi reino por un caballo, mientras otros han podido ser felizmente liberados de una vida de abusos.
Al cabo de tantos años reflejando historias entre humanos y animales, de ángeles y demonios, llegué a la conclusión de que hay pocas relaciones tan inquebrantables y poderosas como el amor entre ambos.
Diario UNO, firme junto a los animales
29 de abril 2015 · 06:00hs