El santuario ubicado en el Acceso Norte de Paraná ya comenzó a recibir gente que se acercó a venerar al Gauchito Gil. A lo largo del día, se espera a una multitud de devotos, como ocurre cada 8 de enero, donde miles de personas se acercan a agradecer y pedir favores.
Devotos del Gauchito Gil hoy le rinden culto
En esta fecha se recuerda el aniversario del asesinato de Antonio Mamerto Gil Núñez —conocido como el Gauchito Gil— en Mercedes, Corrientes, a quien se le atribuyen diversos milagros y despierta el fervor de miles de seguidores de todo el país.
Quienes no pueden llegar hasta la vecina provincia optan por arribar al predio especialmente preparado para venerar la imagen de este santo pagano en la capital entrerriana, que se distingue por las banderas y cintas rojas.
El lugar es administrado desde hace 17 años por Mario Esteban Godoy y Norma Lescano, quienes todos los años reciben a los visitantes, que se congregan a pasar por el lugar y muchos incluso se quedan a pasar el día, compartiendo la jornada con amigos o en familia.
Según adelantaron, este año habrá escenario, cantores y bailanta. “Nada se programa, sino que se va dando como Dios quiere; los devotos llegan, profesan su fe, rinden su homenaje, algunos comen asado, se presentan los chamameceros y luego se realiza alguna bailanta. Muchos vienen desde otras provincias hasta Paraná para compartir este día”, comentaron.
El santuario de Paraná
Mario Esteban Godoy es el creador del santuario del Gauchito Gil en la capital provincial y aunque asegura que el lugar es de todos, es el responsable y el cuidador de este espacio, donde periódicamente llega gente.
Él se encarga de cortar el pasto y mantener el predio, para que quienes siguen al Gauchito tengan un espacio para venerarlo.
El hombre creó este santuario para cumplir con una promesa, ya que hace años le había pedido al santo que le concediera la posibilidad de encontrar trabajo. A cambio se propuso hacerlo conocer en Paraná.
Hombres y mujeres de distintas edades llegan cada año a este terreno para agradecerle al Gauchito Gil por el trabajo, la salud, el amor, por los amigos y la familia.
Análisis literario
La historia de Gil, un gaucho trabajador rural de la zona de Mercedes, Corrientes, a quien se le adjudican milagros, fue recreada desde la ficción por el escritor entrerriano Orlando Van Bredam en su libro El retobado.
Para el escritor, el Gauchito es un personaje que tiene que ver más con lo mítico que con la historia y por eso decidió en el libro “mostrarlo más como héroe que como santo”.
A la hora de explicar porqué se convirtió en uno de los santos más queridos en varias localidades del país, esboza tres explicaciones: “En primer lugar, tiene un origen pagano, fue santificado por su pueblo y no por la Iglesia; segundo, pertenece a la clase más baja, es casi un indigente y esto arrastra la simpatía de sus iguales en un primer momento, lo vuelve uno de ellos, es confiable y cercano. Y por último, más allá de las creencias, el Gauchito Gil otorga favores y milagros comprobables y esto no se puede discutir desde ningún plano racional”, de allí la permanente multiplicación de los devotos cada 8 de enero.
La historia
Antonio Gil nació en Mercedes, Corrientes, y murió decapitado el 8 de enero de 1878, dando cumplimiento a una condena por desertor.
Según cuenta la leyenda, al primer milagro se lo concedió al hijo del sargento que lo mató.
El niño estaba enfermo y Antonio se lo advirtió a su verdugo.
También le dijo que lo invocara para que su hijo sane.
La historia oral, la leyenda y el mito certifican el milagro.
El hijo de su verdugo sanó al poco tiempo. De ahí en más los pueblos abrazaron su devoción.
Las personas que se enteraron del milagro construyeron un santuario, que aún permanece en Mercedes, y cada 8 de enero es visitado por miles de peregrinos, devotos del santo pagano.