Son padre e hija, aunque antes eran madre e hijo: la historia de la familia transgénero que recorre el mundo es verdaderamente impactante. La primera de la familia en dar el paso fue Corey Maison, quien a los 14 años pudo formular su deseo de una manera clara y decidida: se sentía una chica y así quería vivir el resto de su vida, entre vestidos y pelo largo. Su mamá entonces le regaló la primera caja de estrógenos para comenzar su proceso de hormonización. Y los resultados de su cambio corporal fueron elocuentes.
De madre e hijo a padre e hija: la historia trans que recorre el mundo
Hoy Corey es una adolescente con rasgos bellísimos y su sonrisa transmite alegría. Si para un gran porcentaje de "familias tipo" un hijo transgénero es una de las situaciones más trágicas de afrontar —muchas veces se resuelven con el exilio del hijo, rompiendo lazos definitivamente—, en el caso de Corey recibió total aceptación y apoyo por parte de su madre. Tanto que ahora se define como una activista adolescente transgénero que desea ayudar a otros niños y adolescentes a hacer ese pasaje sin dolor.
"No puedo creer lo lejos que llegué en menos de cuatro años. Solía ocultarme detrás de una sonrisa falsa, pero ahora todas mis sonrisas son genuinas. Me siento muy bien de ser yo misma, y me siento aún mejor de amarme!", escribe en su Instagram.
Pero si este acontecimiento ya había convertido a la familia en el foco de la atención, lo que sobrevino unos años después redobló la apuesta. Erica, madre de Corey, al parecer tampoco estaba cómoda con su género biológicamente asignado: en realidad se sentía varón, se sentía Eric (como se llama ahora). Y en realidad confiesa que su propia hija le dio el coraje suficiente para salir de ese clóset del género, para dar un paso más.
"Era un secreto horrible que le escondía a mi familia", dijo desde Detroit, Michigan, Estados Unidos, donde viven ambas, al diario londinense The Mirror. Y la verdad que el cambio funcionó, porque el apoyo de su esposo e hijos fue total.
La testosterona (hormona masculina) fue en este caso el pasaje de cruce hacia el otro lado, que acompañará a partir de este año con una operación de busto.
"Ella (Corey) le dio a su mama Eric(a) el coraje para comenzar su propia transición de mujer a varón. Ellas se están moviendo hacia lugares opuestos, hacia el encuentro profundo de sí mismas", escribió la revista National Geographic.
La historia de esta familia transgénero se vive también en las redes sociales. El video de Corey Maison que registra el momento en el que su madre le regala la primera caja de hormonas cuenta con casi siete millones de visitas al momento. Además, la particularidad de esta historia familiar los llevó a ser uno de los protagonistas del artículo "Cómo la ciencia nos ayuda a comprender el género", incluido en el número especial de la revista National Geographic titulado "Gender revolution" ("La revolución del género").
Corey es activista trans, enfrenta a Trump en su canal de YouTube, participa de comunidades LGTB en su ciudad y es una hermana, amiga e hija muy amada.
Los transgénero reciben cada vez en mayor medida una cobertura más amplia en radios, televisión, diarios y revistas. Sin embargo, sus vidas suelen estar signadas por la discriminación y los prejuicios.
Una estadística estadounidense marca una realidad alarmante: los transexuales son 10 veces más propensos a suicidarse que el resto de la población. A su vez, el 50 por ciento de ellos declaró haber sido acosado verbalmente por su condición y el 20 por ciento informó que no buscaba atención médica cuando la necesitaba, por temor al acoso. Por todos estos dramas, la National Geographic explicó que decidió poner en tapa a una niña trans.
En su último número, donde aborda también el caso de Avery Jackson, una niña de nueve años que se encargó de documentar su transición a través de Youtube, citó una frase de la menor: "Lo mejor de ser una niña es que ahora no tengo que pretender ser un niño".
La edición está enteramente dedicada a las vivencias de los transgénero y al universo trans en general.